La salida —o huída— de Manuel Fernandes al Inter demuestra dos cosas. Una, que es un futbolista con un potencial interesante por descubrir y que por diferentes razones no ha triunfado en el Valencia, ni tan siquiera ha tenido una continuidad en dos años. Otra, lo importante que es para un futbolista tener un representante bien relacionado, Jorge Mendes, el mismo con el que Llorente estuvo reunido hace algunas semanas en Valencia. Deportivamente hay que rezar para que la pérdida del portugués no haya que lamentarla durante lo que resta de temporada, que todo podría ser. Económicamente, a priori es una operación interesante para el Valencia, por el dinero que repercute en la caja y por lo que supone de promoción que el jugador puede tener en las filas del actual líder de la liga italiana. Lo máximo ya sería que Mourinho, al que también representa Mendes, decidiera ficharlo. De momento, y por el bien del Valencia, que le vaya muy bonito.

Feghouli

Tal como está el mundo del fútbol nadie puede decir que un futbolistas está fichado hasta que tiene un confirmación oficial, aunque oficiosamente lo esté o esté tan cerca que casi nada lo puede echar atrás. En el caso del francés Sofiane Feghouli, ese chico del Grenoble en que ha puesto sus ojos la secretaría técnica del Valencia, que cada cual se haga su composición de lugar. Los datos son que termina contrato el 30 de junio, el Valencia ha ido a por él y él ya está estudiando castellano para no tener los problemas de adaptación que ha sufrido sin ir más lejos Jeremy Mathieu. Como se suele decir, blanco y en botella, leche.

La del pulpo

Hace bien Alexis en encender las alarmas de cara al partido de Sevilla, tanto en lo que respecta a la mentalidad del equipo en general como sobre todo a la concentración defensiva. Si el Valencia se despista y concede allí tantas ocasiones de gol como hace unos días en Tenerife no tendrá tanta suerte como en la isla, porque en Sevilla le puede caer, como se suele decir, la del pulpo. En la región de las Rías Gallegas, donde se cocina el mejor pulpo a feira, existe la costumbre de golpear varias veces en la cabeza a este molusco cefalópodo antes de echarlo al caldero porque dicen que así la carne se ablanda. Pues eso.