La selección española de basket, la famosa y archiconocida ÑBA —con Ñ mayúscula de EspaÑa—, ya está en cuartos de final del campeonato del mundo que se celebra en Turquía y parte como favorita para colarse en semis si gana a Serbia en el cruce de cuartos. La ÑBA, con ´gomina´ Scariolo en el banquillo, ha tenido un comienzo de campeonato irregular y repleto de dudas. Ha perdido dos partidos de la fase previa pero ante Grecia volvió a dar muestras de su enorme poderío. ¿Y cuál ha sido el motivo para que ante Francia y Lituania viéramos una ÑBA desconocida? Sigan leyendo que se lo explico… o al menos les voy a dar cuál es mi punto de vista y qué relación guarda la ÑBA con el Valencia 2010/2011.

Ni Pau ni Calderón

Miren, para cualquier selección del mundo de baloncesto —y en este caso más concretamente la nuestra— las bajas de dos fenómenos de la talla de Pau Gasol —el mejor jugador hispano de todos los tiempos— y de José Manuel Calderón —un crack en las filas de los Raptors— se tienen que notar por narices. Ahora bien, una cosa es que se note y que el equipo lo acuse en los primeros compases del Mundial y otra muy distinta que la ÑBA sin su concurso deje de ser súper competitiva. Y metiéndose en cuartos ya ha demostrado que lo es. ¿Qué con Pau Gasol y Calderón el equipo estaría mucho más compensado y a nivel individual podría ofrecer más garantías? Sí, de acuerdo, puede ser. Pero dos jugadores no hacen equipo y los de Scariolo, pese acusar el golpe de estas dos ausencias, tienen todo en su mano para llegar a la final y medirse —supuestamente— al conjunto ´B´ de EEUU. En resumen, la ausencia de dos jugadorazos siempre se puede acusar, pero si hay equipo, si predomina el conjunto por encima de individualidades, es un problema subsanable. Con altibajos... pero subsanable.

Ni Villa ni Silva

Unai Emery se ha encontrado —y también ha participado en la confección de la misma— con una plantilla reconstruida en la que llama poderosamente la atención la ausencia por traspaso de dos jugadores de un nivel semejante al de Pau Gasol y José Manuel Calderón. Emery se ha visto desprovisto de un par de Davids: Villa y Silva. Uno era el hombre encargado de batir todos los récords anotadores a base de golazos un día sí y el otro también —Villa— y el otro, el bajito canario, tenía la misión de desparramar sobre el terreno de juego un fútbol mágico y repleto de asistencias y todo ello poniendo cara de niño bueno que nunca ha roto un plato.

Málaga de ejemplo

En esas estamos, con el Valencia con dos bajas importantes como las tiene la popular ÑBA y en un visto y no visto queda claro que la fuerza del bloque, el conjunto por encima de individualidades, no ha decrecido ni un ápice en su potencial y por eso el primer partido de Liga ante el Málaga se resuelve de forma contundente a favor del Valencia. En La Rosaleda —remodelada con encanto y mucho gusto— vimos un montón de detalles positivos en el conjunto de Emery y en ningún momento echamos en falta ni a David Villa ni al otro David, el ´canarión´ Silva.

Dos cañoneros

Como ven, el paralelismo entre ambos conjuntos —Valencia y ÑBA— es más que elocuente y en ambos casos un teórico problema ha quedado solucionado a las primeras de cambio. Por cierto, leo ayer en SUPER que Unai está pensando alinear ante el Racing una pareja mortífera en el ataque: Aduriz y Soldado. Y miren, respetando siempre las decisiones del técnico, yo me apunto a ese ataque por lo demoledor que puede resultar en el campo y por el mensaje de optimismo y ambición que se va a percibir en la grada. Si estuviera en mi mano no dudaría en jugármela de entrada alineando en el once titular a dos jugones como Aduriz y Soldado… ¿nuestros Rudy Fernández y Navarro particulares?