El estreno soñado. Después del partidazo de ayer, no debe haber ya ningún valencianista escéptico. Este equipo tiene mucho recorrido porque confía en su fuerza colectiva y brilla el compañerismo. El regreso a la ´Champions´ fue por la puerta grande y la superioridad sobre el Bursaspor tan aplastante que la escandalosa grada turca enmudeció. Un reconocimiento en toda regla a la gesta blanquinegra. Era importante empezar con los tres puntos en el casillero para coger carrerilla y desde el primer minuto se fue a por el partido. Una noche perfecta.

Zurdazo

Tino Costa contó a SUPER cómo celebraría su primer gol con el Valencia. Dicho y hecho. Se fue directo a la primera cámara de televisión que encontró y en plan Maradona señaló a los suyos, en una clara e intensa dedicatoria para su familia. El argentino ha sufrido mucho para llegar a la elite del fútbol mundial y se merecía ese premio, que encima encarrilaba la gran victoria de su equipo en territorio otomano. Doble alegría.

Contagio

Por si había dudas de su potente zurda, lazó una falta a la escuadra que recogió la cabeza de Aduriz para meter el segundo. Me gustó ver a Emery eufórico, porque ese era el estado de miles de valencianistas. Eso se espera del entrenador del Valencia, alegrarse y enfadarse, esperemos que muy poco, cuando toca. La tibieza se aborrece.

Impecable

Y para matar el partido, primero Pablo y luego Soldado. ¡Cuánta falta les hacía el gol a los dos!