Los 5.000 puntos con los que aventaja a Djokovic y Federer al frente de la ATP pueden consolidar a Nadal en lo más alto del tenis mundial durante mucho tiempo, pero se ha puesto el listón tan alto que, si no lo gana todo el próximo año, puede volver a perder la corona perjudicado por el sistema de puntuación que meses atrás le favoreció para recuperar 4.000 puntos en una semana. Al margen de lo que diga la clasificación oficial de la ATP, Nadal ya se ha ganado por méritos propios ser considerado el número 1 del mundo, a pesar de tener siete títulos de Grand Slam menos que Federer en su palmarés. Sus éxitos no serían tan valiosos si no hubiera coincidido con el mejor tenista de la historia en el tiempo. Fue su bestia negra en los últimos años y quizá sea el único que tenga un balance de victorias favorable contra Federer. Pero Rafa sigue manteniendo la humildad que engancha a la gente y no sólo mantiene que el helvético es el mejor, sino que no se le pasa por la cabeza superar su palmarés. Igualito que un futbolista portugués del equipo de sus amores que hace poco más de un año llegó a la Liga española diciendo que quería reescribir la historia del fútbol. Ahora a Rafa sólo le falta ganar el Masters para cerrar el pleno de grandes títulos y lástima que no necesite puntos para entrar entre los ocho mejores, porque entonces igual necesitaba jugar el Valencia Open 500 que tampoco ha ganado.