La anécdota que les voy a narrar a continuación es de las buenas, de esas que tiene fundamento y unas gotitas de cachondeo. Y además viene al pelo teniendo en cuenta que mañana el Valencia visita La Catedral de San Mamés. Sucedió hace ya la friolera de casi treinta años. El Valencia se desplazó con toda su artillería a Bilbao para jugar uno de esos partidos clásicos de la Liga española ante un Athletic Club que vivía unos años de bonanza deportiva. Pues bien, entre los expedicionarios del Valencia a tierras vascas figuraba un chavalín con cara de niño bueno llamado Enrique Saura... que estaba empezando a dar sus primeros pasos en el fútbol profesional.

Recién peladito

El asunto es que cuando el autocar del VCF llegó al viejo coliseo de San Mamés, las ´estrellas´ del equipo —como hacen siempre— se metieron directamente al vestuario dejando que los novatos se encargaran de ayudar a los utilleros a llevar los baúles con la ropa, balones, medicinas y demás utensilios al uso. Uno de esos novatos —probablemente el más novato de todos— era el entonces imberbe futbolista de Onda Enrique Saura. Saureta —también ´bautizado´ posteriormente como Orzowey por su parecido con el protagonista de una serie de televisión con ese nombre— hizo varios viajes del autocar al vestuario llevando la ropa hasta que acabó su cometido y vio como se marchaba el autocar. Saura, recien peladito y con la cara aniñada, se dispuso a entrar de una vez por todas al estadio...

«Vete de aquí chaval»

... Pero se quedó con las ganas. El portero de la puerta que da acceso a los vestuarios, txapela roja ladeada en la cabeza, le miró con cara de zorro viejo y le dijo al bueno de Enrique: «¡Tu de que vas chaval! ¡En San Mamés no se cuela nadie! ¡Que esto es Bilbao joder...!». Saura se quedó alucinado. Lo intentó varias veces y otras tantas fue desalojado por el portero de marras. Pasaban los minutos y la hora de inicio del choque se acercaba. Hasta que apareció Ricardo de la Virgen —utillero, delegado, ats, amigo... un poco de todo en el VCF— y deshizo el entuerto convenciendo al estricto portero de que ese peladito era un jugador del Valencia.

Iribar, Rojo, Rep, Lobo...

Al final Saura pudo vestirse de corto y participar en un choque en el que destacaron figuras míticas de ambos equipos. Por parte del Athletic jugaron entre otros Iribar y Txetxu Rojo mientras que de lado valencianista lo hicieron Balaguer, Cerveró, Diarte —un abrazo, Lobo—, Rep... El mister del Valencia era el legendario Manolo Mestre y el encuentro finalizó 5-4 favorable al conjunto rojiblanco.