Cuando empiezo a escribir esto el Nápoles acaba de meterle el tercero al todo poderoso Chelsea, ese equipo que pasó por encima del Valencia en Mestalla en un partido en el que sólo la espectacular actuación de Diego Alves y la locura de Kalou y su inexplicable penalti evitaron la victoria inglesa. El Chelsea, ese equipo al que el Valencia ni siquiera le hizo pupa en Londres el día en que en juego estaba la eliminación de la Champions, o lo que es lo mismo en términos del valencianismo tras las dos finales perdidas, estaba en juego la temporada porque no hay nada que duela más a la gente que caer en la Champions. Pues bien, ese día el Valencia fue incapaz de hacerle pupita a Mata, Lampard, Drogba y compañía... Por eso prefiero pensar en la bendita locura de Paco y Ramón, que ayer, aunque fuera de manera figurada, vieron cómo su querida GRADA JOVE MARIO ALBERTO KEMPES rugió por primera vez. Cuando la razón, las matemáticas o la experiencia no te dan más que sinsabores, uno tiene que echar mano de la poesía y las metáforas. Hoy soy yo quien pide ayuda a la reflexión y la encuentra en unos jóvenes cuya única meta era ´arrejuntarse´ cada domingo para animar a su equipo. Me lo dijeron un día a la cara y me convencieron. Creo que lo he dicho alguna vez y lo repito: les miré a los ojos y mientras les caía la baba contándome con orgullo su proyecto de GRADA JOVE pensé para mis adentros, «joder, estos dos son más valencianistas que yo...». Ya sé que del Valencia se es o no se es y que es un sentimiento que no se puede cuantificar, que simplemente se sufre y se disfruta, pero es lo que pensé. Hoy ese proyecto es una realidad, por eso, ahora que las calles están llenas de gente joven, saco mi espíritu imperecedero, me uno a los locos idealistas y miro al cielo. Es mejor que mirar al suelo y ver lo que nos toca andar. El que calla otorga y la ignorancia es sorda, así que gritemos en Mestalla. AMUNT!

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