Fue el segundo triunfo a domicilio (como se encargó de recordar JIM en sala de prensa) pero el primero en Liga y de fuste. Así que un lastre menos, aunque al Levante de estos últimos tiempos no le afecten las mismas leyes de la física que al resto. Ballesteros juega con una piedra en el riñón como si nada; Míchel marca cada vez que sale desde el banquillo€ A este paso, habrá que meter mano también a la geopolítica y nombrar Burjassot capital de provincia.

Goles, los justos

Por suerte, en el fútbol no es todo poesía. La prosa también tiene su público, aunque a veces pueda parecer más lineal y predecible. Y digo parecer, porque realmente no lo es. Como ayer demostraron otra vez los granotas, que pueden ganar indistintamente con una remontada heroica, un voleón y una carrera, o un pelotazo sobre la bocina desde fuera del área. A muchos les resultará incómodo de ver, hasta ingrato, pero en cada batalla táctica que plantea JIM hay posibilidades reales de éxitos. Mientras Emery enarbolaba la bandera del 5-4 en la acera de enfrente hasta hace poco, en Orriols hay que mantener siempre la mente fría y no dudar que cuantos menos goles hayan, mejor.

A siete del descenso

Seguramente fuera por el subidón de última hora, pero ayer nadie se acordó de hablar de permanencia. Para mantener la perspectiva, sobre todo de puertas hacia fuera, y con vistas al peliagudo calendario que se avecina, hoy es día para fijarse más en la distancia respecto al antepenúltimo clasificado que en otra cosa. El sexto puesto es ahora mismo anecdótico, por mucho que a nadie le amargue un dulce.