En efecto, nos espera una huelga del fútbol de primera y segunda división para los días 29 de noviembre y 2 de diciembre próximos. Pero, tranquilos, no tendremos síndrome de abstinencia, porque se desarrollará en el vecino país, Francia.

Y es que, desde que el Presidente de la República, François Hollande, lanzó en los platós de televisión, en plena campaña electoral, el día 27 de febrero de 2012, su consigna de «haré pagar el 75% de impuestos a quienes ganen más de un millón de euros al mes... para acto seguido rectificar digo, al año», esta promesa ha dejado un reguero de noticias en el ámbito del fútbol. El Presidente hacía referencia, obviamente, a todas las rentas y no al fútbol en particular, pero como ocurriera con la famosa y popularmente conocida como ´ley Beckham´, que permitía un impuesto inferior al normal a quienes vinieran a España, aquí también parece el fútbol el más tocado, aunque cualquiera que obtenga en Francia emolumentos mayores a ese fatídico millón (quien lo pudiera obtener...) será objeto del impuesto.

Pero, el deporte rey lo es también para Hacienda y para la prensa especializada, incluso la económica. Ello viene a cuento porque el pasado día 31 de Octubre, se reunieron el Presidente Hollande y los mandamases del fútbol francés, con el fin de intentar llegar a un acuerdo, ante la aprobación por el Congreso de Diputados de dicho impuesto, el 18 de octubre.

Ante la aprobación de la misma, que no es definitiva pero lo parece, aunque haya de pasar por el Senado y volver al Congreso para su visto bueno final, el fútbol francés y en concreto la Unión de Clubes de Fútbol Profesionales (UCPF) votó el 24 de octubre por una huelga esos días. Pararán la Ligue 1 y la Ligue 2, las dos más altas divisiones del fútbol francés. Pero no solo han sido los clubes, sino que se han adherido a ellos los sindicatos de jugadores, de entrenadores y hasta del personal administrativo, por lo que todo el balompié galo está en pie de guerra.

Y es que será un 75% sobre todos los emolumentos brutos que superen el millón y, obviamente va a afectar a todos los componentes del deporte, ya que quién cree que pagará el pato: los clubes evidentemente, y para eso tendrán quizá que rebajar sueldos a otros futbolistas (no los mejores pagados), a entrenadores y al personal, con lo que todos están en contra. Además, se teme que ello haga que jugadores se vayan a otras ligas sin tantos impuestos (los ingleses ya han abierto sus brazos a los comedores de ranas, apodo de los franceses en Albión, como lo hizo ya el alcalde del Londres, el locuaz Boris Johnson, cuando Hollande hizo su declaración de principios) y que la Ligue pierda figuras, ahora que había comenzado a recomponer su decoro deportivo.

No obstante, no todos están de acuerdo con la huelga y, así, el 85% de los franceses apoya el impuesto y el 83% ve injustificada la huelga. Para paliar el golpe mediático contrario que supone, viendo el poco apoyo existente, los clubes harán una jornada de puertas abiertas, y dejarán entrar a los aficionados a los estadios.

El impuesto afectará a algunas personas, sin duda alguna, fuera del fútbol, pero no conocemos su número, si bien en éste sí se sabe que serán 120 jugadores los que sufrirán el impuesto, de los cuales 14 son del Paris-Saint-Germain, emblema Qatarí de la capital francesa. No así al Monaco, ya que solo pagan impuestos, pero no mucho, los jugadores de nacionalidad francesa y ninguno o casi, los extranjeros. Pero, también está eso en entredicho, aunque es otra historia, porque la Liga ha obligado al club monegasco desde la próxima temporada, a tener una sede en Francia para pagar los mismos impuestos que el resto de sus competidores. Hay un recurso en marcha y no hay aún decisión definitiva en este caso del Principado.

Volviendo al impuesto y a la huelga, se calcula que se pueden perder millones de euros directos e indirectos, como los de las televisiones que no podrán transmitir partido alguno, y se tendrá que colocar esa jornada seguramente entre semana, lo que siempre da una menor atracción lo que deriva en menos espectadores.

En cuanto a lo que habrán de pagar clubes y jugadores, se calcula que será en torno a los 44 millones de euros, de los cuales 20 serán del PSG, 5,3 del Olympique de Marsella y 4,9 del Olympique Lyonnais, con los que los tres grandes se llevan (o les quitan) la parte del león. El fútbol argumenta que ya paga más de 700 millones de euros entre seguridad social e impuestos y da 130 millones al fútbol aficionado y que la llegada del impuesto puede rebajar las expectativas de éstos últimos.

Sin embargo, también ha de saberse que la ley de presupuestos solo lo baraja, de momento, para los años 2013 y 2014 y, además, los clubes solo deberán pagar impuestos de este tipo que no superen el 5% del presupuesto, aunque eso no tranquiliza a nadie porque no parece que ningún club tendrá que pagar más de ese porcentaje.

¿Qué hay detrás de la ley? Aparte de ser una medida populista, dicha antes de las elecciones presidenciales y con un fin de ´castigo´ a los más ricos en un momento de crisis, y que no supera los dos ejercicios fiscales, también se quiere dar un golpe de atención al fútbol francés (solo a él... de momento, quizá) porque el año 2012 perdió 108 millones de euros y se prevén 60 para el año 2013. Ese modelo de empresa que siempre está en números rojos no es el ejemplo que el partido de Hollande quiere y, seguramente, habrá sido otro componente de la decisión tomada.

Lo que sí extraña es que dos impuestos previstos también por Hollande, la eco-tasa y el impuesto sobre el ahorro, han sido detenidos tras las fuertes protestas de los agricultores, sobre todo bretones, y de las asociaciones de ahorradores. De momento, el fútbol no lo ha logrado. ¿Lo hará con una simple huelga de fin de semana?