Marc Márquez es, sin duda, el heredero de Valentino Rossi tanto por su talento en la pista como por su carisma y simpatía fuera de ella. Con 20 años se ha convertido en un auténtico fenómeno de masas capaz de mover a miles y miles de aficionados para verlo, aunque no haya en juego un Mundial como era el caso de ayer. Da espectáculo, es agresivo, valiente y disfruta compitiendo sobre la moto, con una alegría que transmite y contagia a quienes le siguen de cerca. Sólo afloja un poco cuando no le queda más remedio, cuando sabe que un fallo le puede costar un título. Le pasó en 2010 contra Terol y ayer contra Lorenzo, Pero en las situaciones límite tampoco falla. Aguanta la presión como nadie, hasta los ataques que sufrió de dos veteranos como Lorenzo y Pedrosa por su estilo agresivo. Él va a la suyo, disfruta y hace disfrutar del motociclismo. Con él, las audiencias están aseguradas y Dorna se puede frotar las manos.

Nico irá a por el título

Peleó con el propio Márquez por el título de 125 c.c. hace tres años y no tardará mucho en volver a coincidir en la parrilla con él, ya que está llamado a dar el salto a MotoGP, en 2015 ó 2016. Antes quiere ganar el Mundial de Moto2 y, por lo visto ayer, tiene muchas papeletas de aspirar al título el próximo año. Ha ganado tres carreras en 2013 y Pol no defenderá su título. Paso a paso, Nico consigue lo que se propone y ayer fue otro ejemplo de ello. Había logrado cuatro podios en Cheste pero decía que le faltaba una victoria. Dicho y hecho. Y si es con doblete para el equipo Aspar con Jordi Torres, premio doble.