Tanto Bankia como el Consell llevan meses asegurando en privado al Valencia y a la Fundación que en el momento en que el Tribunal dictase buscarían una solución para refinanciar la deuda, así que tienen ahora la oportunidad de demostrar si creen en el Valencia CF, si creen en Amadeo Salvo y Aurelio Martínez. La situación es transitoria y jurídicamente complicada, pero si como dice el Tribunal el aval ahora mismo es válido, la solución sea cual sea puede estar más cerca, aunque demasiado optimismo se ve en la Fundación. En definitiva no hay una solución definitiva ni se resuelve el fondo de la cuestión, el caso vuelve al mismo juzgado que en su día estimó que Bankia no estaba legitimada para personarse en el juicio, emitiendo un auto bastante riguroso y lesivo para los intereses de esta entidad. Por tanto cualquier cosa podemos esperar en los próximos días, desde que el banco reclame al avalista el total de la deuda, que es lo que se supone que hará, hasta que la Generalitat estime que no puede poner en riesgo colegios y hospitales futuros y active la venta del Valencia. Porque cerrarlo, como la televisión autonómica, ahora mismo no puede. Aunque antes de lo previsto, la decisión del TSJ es la que todos esperaban, así que a nadie pillará por sorpresa. Quizá lo mejor sea acabar de una vez con la indefinición y la interinidad de los últimos meses, porque además de unas acciones y un club de fútbol que ha de pagar sus propias deudas, hay un estadio en el que nadie va a invertir si no hay primero una solución que garantice la estabilidad y la viabilidad del Valencia CF.

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