Como un auténtico ranger de Tejas, Vettel cabalgó con su Red Bull las 56 vueltas al circuito de las Américas y lo hizo como nos tiene acostumbrados: en solitario. El esquema ya aburre: salida limpia y a escaparse. Esta vez su huida fue interrumpida por el coche de seguridad, tras el accidente de Sutil. Pero, una vez relanzada la carrera, Seb volvió a administrarle al resto de los pilotos su amarga medicina en forma de un segundo por vuelta, hasta que el sentido común y los ruegos de su ingeniero por la radio le hicieron ver que ya no hacía falta humillar más.

Por detrás del llanero solitario los demás se repartían el resto del pastel, unas migajas duras de pelear en una lucha larga y agónica en la pista y con las estrategias en las paradas en los cambios de neumáticos. Ese fue el caso de Alonso, atrapado una vez más tras Hulkenberg y, en esta ocasión además, de Sergio Pérez. El mejicano perdió su posición en boxes y el alemán sucumbió a base de décimas de cronómetro sacadas por Fernando, aunque Nico casi le repasó en el último giro. El premio final era poder pasar a Hamilton, pero, no pudo ser, mostrando así un final de temporada en el que los hombres de Mercedes han batido a los de Ferrari: el subcampeonato de marcas parece claro que acabará en las vitrinas de los hombres de Sttutgart. El de pilotos ya está en manos de Fernando, que suma tres.

Vettel mejor que nadie

A Helmut Marko le ha dado por decir que su pupilo Vettel es mejor que Hamilton y Rosberg juntos. Es verdad que las cifras de Sebastian nos abruman a todos, pero echamos de menos ver al alemán enfrentado a un verdadero rival que compita con sus mismas cartas. Nigel Mansell, comisario de la FIA en la carrera de Tejas, fue un piloto al que sí le tocó luchar en igualdad de condiciones con otro grande: Nelson Piquet. Los dos leones convivieron en la misma jaula, Williams, en el 86 y el 87. Ford los ha vuelto a juntar en Brasil para promocionar su modelo Fushion. El video -en youtube se ve- no tiene pérdida. Ojalá volviéramos a ver batallas como aquellas en la Fórmula 1. Así sí se pueden medir pilotos, señor Marko.