El lunes pasado llegué a casa ya de madrugada y muy cansado. Eran las dos y todavía tenía que ducharme, cenar y conciliar el sueño -que en días como el que cuento cuesta más-. Fue uno de esos días en que a pesar del cansancio uno agradece hasta el infinito el momento en que decidí dejar de estudiar Historia -con lo bonita que es por otra parte- y pasarme a periodismo para experimentar situaciones en primera persona y poder contarlas. Hace mucho que como periodista no tenía este tipo de sensaciones, por eso ayer quise acercarme a Mestalla para ver la presentación de Negredo como nuevo jugador del Valencia, pero no les miento, no por la ilusión en sí mismo que me produce el fichaje de Negredo, fui a ver a la gente disfrutar. Ya de vuelta en el periódico, me reafirmo en una frase que ronda mi cabeza, Mestalla se llena el día de la presentación, acuden más de 14.000 personas a ver a Negredo y el personal anda ilusionado como no se recuerda, pero algunos siguen empeñados en tener razón porque un día alguein dijo digo cuando debería haber dicho Diego como si a ellos no les hubiera pasado nunca. No soy tan necio de negarle a nadie la búsqueda de la verdad, pero no conviene disfrazar la búsqueda de la verdad con buscar lo que a uno le interesa. No es lo mismo. Que no les engañen. No es que me dé igual, pero al final consiguen que me dé lo mismo cuánto ha costado.

Lo que supone el tiburón, algo más que goles

Por otra parte, fichar a Negredo además de hacernos mucha ilusión sirve para enviar un mensaje al resto de equipos de la Liga; ´nosotros vamos en serio´. La llegada del Tiburón o es la prueba inequívoca de que el proyecto del Valencia es serio y que inevitablemente el objetivo es volver la temporada que viene a la Liga de Campeones. TORNEM.

Amor eterno al Valencia, De Mijatovic aprendí...

Por cierto, a los jugadores del Valencia no les pido que se besen el escudo, eso me da absolutamente igual, les pido que sean profesionales y que lo den todo por la camiseta... y el escudo. Eso de amar eternamente unos colores es cosa nuestra, Negredo lo que tiene que hacer es meter goles y en ese momento de alegría y euforia, que haga lo que le dé la gana. PD: Esto lo aprendí con Mijatovic.