Me ha llamado la atención unas palabras de Dani Ramírez, el jugador del Mestalla que viene del Real Madrid y es de Leganés, dice en una entrevista concedida a SUPER sobre la afición del Valencia: "Me sorprende lo metida que está la gente con el club. No esperaba que esto fuera así. Yo no veía así al Valencia desde fuera. Tienes que venir aquí para vivirlo y darte cuenta de que es un club muy grande". Y me han llamado poderosamente la atención porque es lo mismo que dicen mis familiares de Madrid cada vez que vienen a Valencia. Sí, mi abuela nació en un pueblo de Ávila, en Casavieja, en el Valle del Tiétar, cerca de Madrid, y siendo muy jovencita por la Guerra Civil tuvo que huir con su familia hacia Valencia. De hecho llegó a Massalfassar y así fue como conoció a mi abuelo, el resto de la historia supongo que se lo imaginan. El caso es que mis tíos y primos de Madrid, que son del Real Meseta y del Atlético Meseta, siempre alucinan con lo que representa el Valencia para los valencianos, o mejor dicho, para los valencianistas. Tengo una frase clavada: "Aquí el Valencia es una institución...". Y así es, es decir, Dani Ramírez ha detectado bien pronto que el valencianista vive el Valencia día a día, que situaciones que en otros sitios pueden ser pasajeras aquí se convierte en vitales y sobre todo, ha detectado que el valencianista puede llegar a ser muy crítico con su equipo y muy exigente, pero que no venga nadie de fuera a criticar al Valencia, porque entonces se convierte en una cuestión casi de vida o muerte. Esa es la verdad del valencianismo que algunos no entienden. Así les va...