Hasta ahora sólo había entrado al trapo en la disyuntiva entre Negredo y Falcao en el enconado debate del martes en el ´SuperMurciélago´. Una semana después me apetece rescatar el asunto, pero con la tranquilidad y reflexión que nos ofrece el clásico papel de periódico. Para empezar, uno no puede estar más de acuerdo con lo escrito por Vicente Bau aquel dichoso martes. «Negredo o Falcao (juntos no)». Tanto el madrileño como el colombiano suponen un riesgo, son una apuesta a todo o nada, pues los dos se han pasado la última temporada entre la amargura de una larga lesión y la impotencia de las dudas que han dejado en el campo. Sin embargo, convendría no olvidar un importante detalle. Negredo es un acto de fe, sí, pero un acto de fe al que el Valencia se obligó comprándolo a futuro por casi 30 millones y para cinco temporadas. ¿Qué lógica invitaría ahora al club a meterse en otro berenjenal millonario para traer a Falcao mientras malvende a Negredo? Un ´Tigre´ por un ´Tiburón´...mejor no. Cabeza, señor Lim, cabeza. Con un cambio así, los mismos que trajeron al de Vallecas entre un estruendo de ´bombas´ no harían más que asumir el error antes de hora. El ´7´ fichó lesionado y hasta noviembre no entró en acción. Tampoco lo olviden. A veces, un poco de paciencia es el ingrediente que transforma un fallo en una virtud. Negredo está capacitado y, sobre todo, convencido de poder hacerlo con una pretemporada en las piernas. Yo soy de los que quiero creer y creo en el ´Tiburón´. El fútbol es una ciencia relativa, una apuesta continua, y en un año en el que problemas íntimos y personales también le han perturbado Negredo ha dejado, aún así, detalles del ´9´ con fútbol y sustento para la segunda línea que puede ser. Falcao es más gol, más instinto, pero hace tiempo que no se le ve esa fiereza de sus tiempos mozos y, si el chico prefiere la Premier, bon vent i barca nova! Llegados a este punto, con Negredo y sin Falcao, un equipo que aspira a competir fuerte en la Champions necesita dinamita. Alcácer, Rodrigo, Negredo y, por ejemplo, un tal Jackson no son multitud. ¿Cómo van a serlo si con tres delanteros el conjunto de Nuno ha estado a puntito de quedarse sin la cuarta plaza en un año dedicado sólo a la Liga? ¿Cómo van a ser demasiado cuatro delanteros, si entre tres no han llegado ni a los 25 goles que ha marcado la puntita menos fuerte del tridente del Barça, Suárez? «Otra oportunidad y no más, hasta enero. A Negredo le tengo fe». Comparto la idea con Ana, fiel valencianista de Massamagrell. ¡Álvaro, ponte las pilas!