Es evidente que el equipo estuvo fastidiado tras el debut contra Costa Rica porque el punto nos supo a poco. Las ganas del primer choque se notaban; esa ilusión y cosquilleo en el estómago de saltar al terreno de juego, escuchar el pitido inicial y comenzar a competir. Tuvimos la oportunidad de ganar, pero no pudo ser y de inmediato ya estábamos pensando en Brasil. Después de nuestro estreno vimos el de ellas ante Corea del Sur. Sabemos lo que nos jugamos, es complicado, pero el equipo va a salir a por todas. Ganar a Brasil sería un golpe anímico tremendo. Es un escenario perfecto para un partido muy bonito.