Ya lo avisaba Nuno Espírito Santo al marcharse de la ciudad deportiva, el día que puso sus nombres sobre la mesa en la reunión con la secretaría técnica, el mánager general deportivo y el propio Amadeo Salvo. Sí, aquella en que el entrenador sacó el nombre de Rodrigo Caio, fichaje „del Valencia„ que días después anunció el Sao Paulo. Decía que la plantilla está hecha a un 75%, por lo tanto lo que hace falta ahora es acertar al cien por cien con las cuatro o cinco incorporaciones que han de dar ese plus para ser un equipo más completo y competir en la Liga de Campeones. Tal como se van sucediendo los movimientos, todo apunta a que serán dos jugadores contrastados de verdad y dos o tres jóvenes que tendrán que salir a ganárselo, como hizo André Gomes hace exactamente un año. Nada que objetar, más allá de que habrá que definir dónde queda a partir de ahora la Academia, una cuestión demasiado profunda para debatir en sólo unas líneas. En una plantilla de 25 futbolistas que tiene gente ya muy consolidada, aunque no excesivamente veterana, tienen sitio algunos futbolistas de este corte que vienen a explotar y sobre todo revalorizarse. Tienen sitio siempre que sea sin pasarse y si de verdad son buenos, por supuesto, y siempre que no se pierda la esencia de ese cinturón de seguridad que con tanto acierto se diseñó y construyó el verano pasado. Donde no pueden fallar es en el portero, ahí sí que se la juegan.

Hay veces que un detalle vale más que mil informaciones. El gesto de Zakaria Bakkali al marcar como favorita en Instagram la imagen de la portada de SUPER, en la que aparecen su nombre y su foto, parece ser una pista importante si no decisiva de que su llegada al Valencia puede estar muy cerca.