Por un momento se pudo pensar que fue Nuno Espírito Santo quien, a última hora y porque tenía otros candidatos con el sello de la ´casa´, echó atrás el fichaje de Gero Rulli. No es así y a la vista está que el portero sigue sin aparecer por Valencia para desgracia del entrenador. No fue así. El portugués había aprobado la llegada del guardameta después de que Salvo y Rufete llevaran las negociaciones para solucionar cuanto antes el asunto de la portería. De hecho, si se llega a hacer, el argentino se habría incorporado el primer día de pretemporada y problema solucionado en tiempo y forma y con un coste mínimo. En realidad, fueron los propietarios de los derechos de Rulli, un fondo de inversión que trabaja con el Deportivo Maldonado de Uruguay, el que se echó atrás a última hora cuando vio que la Real podría llevar el acuerdo a los tribunales. El Valencia iba adelante con todo y lo peleó hasta el final porque tenía garantías jurídicas suficientes de que, si eso ocurría, el litigio estaba prácticamente ganado.

Mendes

Hay miedo en el ambiente

Lo que es innegable es que la irrupción de un personaje como Jorge Mendes en la operación generó dudas a la parte del jugador. Está más que confirmado. La influencia del agente en todo lo relacionado con el Valencia CF de Peter Lim ya es conocida en todo el fútbol mundial, de hecho en las últimas semanas se ha incrementado la presencia de futbolistas de gestifute en Mestalla con Santi Mina y Bakkali, que hubieran sido tres con Rodrigo Caio, lo que crea inquietud a la hora de negociar con los representantes de jugadores que no son de Mendes. Hablando claro, hay miedo a que la pieza acabe volando y eso es así. Tener a Mendes como aliado es una ventaja para unas cosas, pero también tiene sus inconvenientes. Al