Para gustos, los colores, pero el Levante vende más con Nike y no es otra cosa lo que quieren multinacionales como la americana. Es muy respetable la opinión de quienes preferirían diseños clásicos apelando a la historia del club y sería lo suyo hacerles un guiño de vez en cuando, aunque la realidad es que no es por ahí por donde se va creciendo y que hay números que están por encima de las sanas y benditas discrepancias. Ir de de rosa o con un dragón chino en el uniforme es otro cantar, pero el amarillo flúor engancha y ahí están las encuestas y los precedentes. Y es que en Orriols esperan una buena respuesta entre los potenciales clientes que a partir del lunes vayan a las tiendas y que tengan al Levante como primer equipo o no. ¿Que es la del Barça? Pues sí, y eso fastidia. El color es idéntico, pero ni que fuera el Levante el único club al que le pasa. Lo que está claro es que las camisetas retro también tienen su aquel, aunque de lo que se trata es de cambiarlas tan radicalmente que la gente tenga motivos para gastarse 55 o 65 pavos. Y aun así los habrá que, si todavía les entra, se seguirán poniendo la de hace 20 años. Tanto lo primero como lo segundo es totalmente respetable, aunque la obligación del club pasa por tener amplitud de miras de cara al futuro en todos los aspectos.

Negativa a volver a recular

Portazo a Feddal; no al revés

Dirán que Feddal ha plantado al Levante y de eso nada. Se han hartado y lo han mandado al carajo. Que firme con quien quiera, aunque seguramente estará maldiciendo dejarse llevar por sus abogados, a los que al parecer les sabía a poco firmar tres años y que se convirtiera en uno de los mejor pagados de la plantilla si no el que más. Las cosas claras: sigue siendo un buen central que podía jugar también de lateral izquierdo y encima llegaba libre, lo que explicaba la apuesta y la reculada en una negociación que ya estuvo rota, aunque por otras vías, hace dos semanas. El club ha optado finalmente por no ceder al chantaje de intentar cambiar las condiciones del acuerdo horas antes de firmar y negarse a regalarle un mayor porcentaje. Feddal quería menos cláusula en Primera y quedarse libre en Segunda en vez de 12 y 6 millones como estaba previsto. Vendrá otro y ojalá que mejor para que se cumpla la promesa de Quico en estas páginas: «Tendremos una plantilla más competitiva que la temporada pasada».