La cena de comienzo de temporada que los enviados especiales a Kamen pudimos compartir con Kim Koh, Layhoon Chan y Nuno Espírito Santo representa ni más ni menos que la primera toma de contacto de los dirigentes con la prensa valenciana desde que aterrizaron en en el club. Fue un ejercicio sano y creo que acertado por parte del Valencia y que sirve para que los aficionados -a través de la figura de los periodistas- comiencen a desvirtualizar y entender muchos aspectos de un proyecto en torno al que hasta ahora se ha anudado un hermetismo que a veces no acaba de entenderse. Y no es una crítica. Cada uno tiene su manera de proceder y la de las personas que están al frente del Valencia es esa. No hay más. Se agradecen este tipo de gestos.

En cualquier caso, la sensación que se desprende de la plana ejecutiva es que hay un plan en marcha: existe un proyecto ambicioso, bases sólidas y unas líneas de actuación definidas, basadas en la juventud y en la idea de desencadenar el potencial de todos los jugadores con el objetivo de dar un paso más y elevar las aspiraciones del equipo. Un desafío a medio y largo plazo para colocar al club en el ´top´ internacional. Layhoon, Nuno y Kim Koh están convencidos de que es el camino a recorrer y que en el proyecto, como en la vida, lo importante es el camino y no el destino... Aunque también lo es. Las aspiraciones del Valencia pasan por la Liga de Campeones y por alcanzar la relevancia internacional que se ha perdido en las últimas temporadas, que nadie se equivoque.

Casos como el de Gayà o el de Alcácer dan argumentos para confiar en la juventud pero esto, como casi todo, tiene sus riesgos. Muchos aficionados seguro que verán con temor los fichajes de rivales como el Atleti, el Sevilla o el Villarreal. Más, después de la sensación de duda que ha dejado el equipo en los partidos que ha disputado en Alemania. Sin embargo, Nuno tiene un ingrediente para combatir eso: la continuidad del bloque. La idea es mantener el equipo de la temporada pasada y fichar jugadores jóvenes que empujen al resto de la plantilla hacia arriba. Los recién llegados tienen hambre y su rendimiento obliga a los demás a subir cada ve más su cota de rendimiento. La receta parece correcta y hay que rescatar hombres como Enzo Pérez, Negredo o Rodrigo. Todo invita a creer, a partir de ahora será el césped el encargado de hablar y de juzgar.