Salto de gigante de una plantilla con tres competiciones por delante. Afrontar la temporada con Mustafi, Vezo y la posterior llegada de Aderllan Santos suponía un riesgo demasiado alto e innecesario tras haber ingresado 45 millones tras la salida de Otamendi. La obligación de Lim era buscar a un hombre que aterrizara para ser titular y que aumentara el nivel de un grupo joven y sin experiencia en la máxima competición europea. Superior a Mangala y De Vrij, Abdennour es regular y comprometido. Con buena salida de balón y partidos acumulados en la Champions, torneo en el que rindió a un nivel magno, anotando un gol precisamente ante uno de los rivales del Valencia, el Zenit.

El fichaje de Abdennour permite sacar pecho, más aún cuando se nombra junto a su futura pareja, Mustafi. El alemán y el tunecino serán una de las mejores parejas de centrales de la competición y vuelve a sentar las bases de un proyecto que el curso anterior se formó y creció partiendo desde esa línea defensiva. Zurdo, contundente y con carácter. El nivel de Abdennour no es ninguna incógnita, prueba de ello es que equipos como Manchester United, Chelsea o incluso Barcelona le pretendieran. El central de 1.89 metros de altura aportará otra faceta en la que Nuno había perdido nivel tras la marcha de Otamendi: el juego a balón parado. Tanto en el aspecto defensivo como en las jugadas de ataque suma un plus de competitividad. Su corpulencia y su habilidad para lograr el espacio le permiten ser un peligro constante en los saques de esquina y faltas laterales. Es una realidad.