La marcha de Claver al extranjero era un final cantado para una historia que no habría ni existido de no haber sido por el interés de Perasovic por llevárselo a Vitoria. Hasta ese momento, el Valencia Basket no contaba con él para su plantilla de esta temporada y a él no se le pasaba por la cabeza la posibilidad de volver a la Fonteta este año. Con estas bases parecía imposible llegar a un acuerdo, como así se demostró ayer con la decisión de Claver de fichar por el Lokomotiv Kuban. Eso sí, es una apuesta que no todo el mundo entiende porque al fin y al cabo le dice ´no´ al equipo de su vida.

Falta de sintonía

Claver no entiende que el club igualara la oferta del Baskonia porque piensa que de haber tenido interés real debían haberle hecho una oferta antes, pero en el club tampoco sentó bien que dijera meses atrás que su idea a corto plazo no pasaba por volver a la Fonteta cuando le dijeron verbalmente que tendría las puertas abiertas cuando quisiera. Heridas que habrá que cerrar.