No hace falta que el señor Peter Lim ratifique o deje de ratificar al entrenador. Hace tiempo que sabemos que el propietario apuesta desde el primer día por Nuno y lo hará hasta que no tenga más remedio, si es que esa situación se llegase a dar por una racha insostenible de malos resultados. Está en su derecho de hacerlo porque es el propietario de las acciones y el que arriesga su capital en un negocio tan volátil como el fútbol, como la gente de manifestar su acuerdo o desacuerdo porque esa libertad es de todos, del que los pone para fichar futbolistas y de los que también los ponen para sacar abonos, comprar entradas, camisetas y partidos por televisión que en el caso de Valencia resulta que siempre son de pago. Al final ese es el papel del aficionado que siente los colores, animar siempre, disfrutar cuando el equipo juega bien y protestar cuando eso que está viendo no gusta. Y el papel de Nuno, ser honesto, trabajador y canalizar positivamente el poder del que ha sido investido.

Rubi, técnico del levante pondrá a prueba a Nuno

Para muchos era demasiado pronto, pero hace un año el Levante lo tuvo claro y acertó al sustituir a Mendilibar con solo ocho partidos jugados. Aún así, le faltó poco para no llegar a tiempo y evitar el descenso. Entre aquella situación y la que hemos vivido media una frustrada venta que mete más presión a Quico y compañía para acertar sí o sí. La otra diferencia es que la apuesta por Rubi, un buen entrenador por el que hubiera apostado Braulio Vázquez para el Valencia si le llegan a dejar, es digamos algo más conceptual que la de Lucas Alcaraz en su día. Mira por dónde, su primer reto como entrenador del Levante será poner a prueba en Mestalla al Valencia de Nuno, al que no son pocos los que ya le han tomado la matrícula.

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