El Levante tiene mejor plantilla de lo que dicen sus resultados y los bodrios que la sufrida parroquia de Orriols lleva sufriendo la tira. Es a todas luces mejorable y por eso está medio hecho Cuero, que antes del interés por un mediapunta no iba a ser el único fichaje, pero no hay duda de que con la espiral de autodestrucción en la que se estaba no había manera. Optimizar los recursos, mejorar los resultados y que la grada se reconcilie con su equipo son los tres retos que tiene Rubi encima de la mesa. A poco que los consiga, el objetivo de la permanencia no se va a escapar. Las referencias del catalán, al que en SUPER conocimos en sus primeros pasos con el Benidorm, son inmejorables y más que ilusionantes.

Valiente y coherente

Que un entrenador con el perfil de Rubi no haya debutado todavía en Primera es para estirarse de los pelos. Al final, sin embargo, pocos son los directores deportivos con la valentía necesaria para darle la alternativa a profesionales que como en su día Luis o JIM supieron aprovecharla. Manolo carga errores a la espalda y así se lo ha hecho saber ya el Consejo, pero también aciertos y grandes. Ojalá que Rubi sea otro. Su futuro, sin duda, va a ligarse al suyo.

Aire para respirar

No se trata de cargar ahora las tintas contra Alcaraz, que fue clave en la última salvación, pero el vacío que desde el club y la plantilla se le ha hecho tras su destitución es sintomático de lo deteriorado que estaba todo y de la imperiosa necesidad de aire para respirar. Eso sí, ahora que hay nuevo entrenador y que una de sus consignas es contar con todos, es momento de que los jugadores también den un paso al frente, en especial los que habiendo tenido ocasiones las han dejado escapar.