Lo confieso abiertamente: me gusta Rodrigo de Paul. Me gusta su desparpajo, su naturalidad, su progresión. Es un futbolista en un club extraño que parece que no le extraña en absoluto. De Paul figura ahora mismo en la hoja de ruta del cambio en el Valencia. Se marchará, se marcha, ahora en el mercado invernal. Y sí, como muchos otros valencianistas, yo me acordaré con nostalgia de las galopadas de Rodrigo de Paul. Es un tipo distinto al que voy a procurar observar desde tres distancias imposibles. Lo enjuiciaré como un simple valencianista enamorado de su Valencia CF. Lo enjuiciaré también como si fuera un familiar suyo y, por lo tanto, con la ventaja que me da la corta distancia. Y lo enjuiciaré además con el ojo crítico de un director deportivo, si es que tengo capacidad para observar desde semejante puesto. Empiezo por el final.

Director deportivo

Vale, soy el responsable de los fichajes del Valencia y en mi agenda figura con mayúsculas un nombre: Rodrigo de Paul. Ha jugado con nosotros varios partidos, es muy joven, tiene desparpajo, pero no le gusta nada a mi entrenador. Es más, me han pedido que le dé puerta. Así las cosas, tengo una duda razonable. Como director deportivo suyo debo confesarles que a mí me gusta Rodrigo de Paul. Ahora bien, como director deportivo del Valencia CF tengo claro que a mi entrenador no le gusta el fútbol que propone De Paul. ¿Qué hago entonces? Pues lo más razonable para mí -si es que tengo ascendente en este club- es buscarle una salida en este mercado de invierno para que juegue y siga creciendo como futbolista. Luego, con el paso del tiempo, ya veremos primero si sigue Nuno y después si yo estoy autorizado para, una vez cedido, repescarlo. Es una idea que me atrae... pero desconozco realmente cual es el poder y la duración de ese poder que tiene Nuno en este club.

Familiar suyo

Me apellido De Paul y por lo tanto soy familia directa de Rodrigo... el jugador del Valencia. Y sí, yo no me voy a andar con asuntos secundarios. Sé que Rodrigo es bueno, muy bueno, y que en cuanto se adapte al ritmo de juego de Europa será un tipo buenísimo. Así las cosas comprenderán que yo tengo muy claro cual debe ser el destino inmediato para mi familiar. Si en el Valencia no quieren a Rodrigo -y efectivamente no lo quieren- existen por ahí un montón de equipos interesantes donde mi familiar puede aportar y explotar todo el fútbol que le intuimos. Y ojo, yo cuando hablo de Rodrigo de Paul desde este punto de vista y hablo de su futuro no me ando con medias tintas. Quiero que se marche mientras Nuno Espirito Santo sea el responsable del equipo. Pero quiero que se marche traspasado... nunca cedido. El Valencia, al que le estamos agradecido, al fin y al cabo no ha demostrado el más mínimo interés en contar con él... Y luego, posiblemente sea ya tarde.

El seguidor

Pues no lo entiendo. Me gusta Rodrigo de Paul y sin embargo veo partido tras partido que es algo así como un cero a la izquierda, que no cuenta para nada, que no lo queremos y que mi equipo lo que quiere es quitárselo de encima en este mercado invernal. En principio me cabreo. Repito: me gusta Rodrigo de Paul posiblemente mucho más que algunos futbolistas que parecen bendecidos por el entrenador. Como valencianista que soy me encantaría que se quedara en mi equipo y que tuviera más oportunidades. Ahora bien, no soy un valencianista enloquecido que pido que se haga lo que a mí me da la gana sin pensar en nada más. No, yo también pienso. Y sé que con Nuno en el equipo este futbolista no tiene nada que hacer. También sé que Nuno es el hombre de confianza de Peter Lim, el propietario del Valencia CF. ¿Entonces? Pues miren, como valencianista enamorado de sus jugadores yo permitiría que se fuera ya en el marcado de invierno, pero con una opción de recompra en buenas condiciones. Y sí, jamás lo mantendría en mi equipo si mi entrenador no le piensa dar ni bola como hasta ahora. Así de sencillo. Y así de verdad.

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