Un partido contra el Barakaldo y con 1-3 de ventaja no será el mejor para que el Valencia de Neville empiece a dar la medida de sus progresos y aspiraciones, para eso muy pronto tendremos otros, pero es posible que nos dé mucha información de lo que se está cociendo en los entrenamientos, en las charlas técnico-jugadores y en las muchas horas que el cuerpo técnico dedica en la ciudad deportiva a la reconstrucción de este equipo. Si vemos de salida un Valencia serio, enchufado, muy concentrado y que no da opciones al contrario para soñar con el milagro, estaremos hablando de que la cosa va bien, más allá de que el fútbol sea mejor o peor. Será que el mensaje llega y los futbolistas van en el barco, como así parece. Ya puestos, será importante gustarse y arrancar alguna sonrisa en la grada, que Negredo dé motivos para creer en él y que Fran Villalba tenga por fin su oportunidad, como en su día la tuvieron Isco o Paco Alcácer en un día como este.

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