Ahora mismo no está el Valencia para pelear contra tanto despropósito. El primero por una falta innecesaria de Gayà, después no cierra bien la barrera y tampoco aparece Jaume al nivel que nos ha acostumbrado para sacar un disparo de falta que iba demasiado centrado para acabar en gol. El segundo, un regalo de Abdennour, el central más caro en la historia del Valencia CF. Mestalla le perdonó hasta el hecho de ser reincidente en el horror unos minutos después, prueba de que la gente también está por la labor. Ha entendido que el equipo está mal, hay un entrenador que trabaja en la línea correcta para darle la vuelta pero es complicado con el depósito en reserva. Hay jugadores que llegaron tan muertos a los minutos finales que, visto lo visto, hay que dar hasta gracias por el empate. Ellos quieren, no cabe duda. La cabeza quiere ir hasta donde las piernas no la llevan. Vuelve a caer Gayà, Mustafi resiste muy a duras penas, André no es el futbolista imponente que era, Piatti ha desaparecido con la generosa renovación, a Negredo le va a costar poner a punto la maquinaria€ La pregunta sigue siendo si, a estas alturas de temporada y con todo lo que viene, hay margen para devolver al equipo a un nivel aceptable, similar al que la temporada pasada le dio muchas victorias. Neville acaba de llegar y está en ello, ¿lo estábamos antes? Es la clave.

Lo positivo

Sea como sea, en el campo hay que avanzar o morir, no vale mirar atrás aunque si lo hacemos por ahí detrás habría mucho de qué hablar. A base de calidad, en dos grandes acciones de ataque logró el Valencia igualar sus propios errores todavía en la primera mitad. El Valencia se rehizo de inmediato de los dos primeros golpes, una nueva sensación. Es la versión más positiva de la historia, la de un equipo que quiere golpear y ser agresivo, que busca la portería contraria y fabrica acciones brillantes como las que le dieron los goles. Imponente Alcácer en el remate del primero. Lleva Paco algunos partidos avisando que le viene la racha y ha recuperado un buen nivel, lástima no aprovecharlo para obtener más renta hablando de puntos. Un golazo, una asistencia, mucha participación en el juego de ataque, tocando balones con precisión para el compañero. Y sobresaliente Cancelo en los dos goles, en general en todas y cada una de sus acciones ofensivas y hasta en defensa, por la derecha y por la izquierda. Él está siendo la cara amable del despropósito Nuno-Mendes.

Gasolina

Incluso con la gasolina justa, diez partidos como este los habría ganado el equipo de Gary Neville si no hubiera cargado con el pesado lastre de conceder dos regalos como esos. Demasiado. Lo intentó en la segunda pero faltaron fuerzas y consistencia para imponerse con claridad.