Veo que ya has tomado la decisión de montar las tres pistas del Circo Ringling en las dieciocho jornadas de liga que quedan. Que sean un tránsito hasta finales de mayo porque has decidido lanzarte en brazos de la sugerente e hipnótica rapidez de los torneos cortos como atajo hacia el éxito. Da todo igual. Vaguemos por la clasificación sin rumbo ninguno. Asomémonos al abismo mientras vivimos la ilusión de los torneos del KO. Ahora, como se te acaben también, ya me contarás.

O sea, esfuerzo entre semana para arrastrar el escudo sábados y domingos (o cuando Tebas estime) echando cada miércoles y jueves la primitiva de un sorteo benévolo en España y en Europa. Y si vas haciendo bien las cosas, que por el camino que llevas en la Liga lo voy viendo complicado, jugarte el éxito o el fracaso de todo el año en una final a noventa minutos. Por lo que veo esa es tu apuesta.

Pues mira Salva, la mía es totalmente opuesta. Y entiendo que la Copa y la Europa League producen ilusión por ser el camino más corto de buscar en el cajón la llave para abrir una vitrina de trofeos que lleva cerrada a cal y canto desde el 2008.

Entiendo que la Copa del Rey y la Europa League han de provocar ilusión, mucha. Hombre, si no es así ‘chapemos’ la ‘paraeta’ y tiremos la llave al río. Las dos competiciones por eliminatorias deben ser una de tremenda ilusión, una motivación para el aficionado y para el propio futbolista. Pero no te engañes... Eres el Valencia CF, no puedes seguir dando la imagen en la Liga que estás dando. Hay que empezar a enderezar esta trayectoria a la voz de ya. Comenzar a sumar de tres en tres y remontar todas las posiciones que se pueda. Porque es una vergüenza ver el fútbol que está haciendo el equipo, presenciar primeras partes como la que ofrecieron ante el Rayo o la segunda en Anoeta -pongo sólo dos ejemplos pero sabes que podría llenar una página completa- y comprobar ese undécimo lugar en la tabla equidistante en diferencia de puntos (8) entre el descenso y las plazas de Europa League.

Da el callo en la Liga, y por ahí comenzará a construirse una mejoría que te permita competir con garantías en el resto de torneos. Pensar que con el nivel actual este equipo va a ser sólido en las fases decisivas de las competiciones por eliminatorias, no es ilusionarse, es de una candidez ilimitada.

Las Copas (la del Rey y la Europa League) han de ser un aliciente cargado de ilusión. El objetivo lo tienes cada fin de semana. Allá donde debes limpiar tu imagen y a la vez regenerarte, es en la Liga.

El resto -no te engañes- son castillos en el aire.