No va a ser fácil salir de esta. Este equipo necesita dos victorias para volver a creer en sí mismo y la realidad es que es incapaz de conseguirlas. Como puede lo intenta, primero era una cuestión física pero con el tiempo empieza a pesar más la cabeza que las piernas. Ni el orgullo vale. Así lleva muchas semanas viviendo de lo malos que son los demás, hasta que los resultados empiezan a reflejar que ahora mismo tú eres el peor de todos, el que no ha conseguido ganar en los últimos meses a ninguno de los equipos que están para bajar a Segunda División.

Puede que la solución sea cambiar al entrenador, siempre que García Pitarch consiga convencer al propietario de lo que necesita de verdad el Valencia en esta situación límite, con permiso de Mendes. El mercado ya no sirve porque se cerró con dos fichajes pero también con un dato alarmante. El equipo necesitaba un ´6´ y se está jugando la vida con un futbolista de Segunda B en esa posición clave. Porque los técnicos lo ven hasta mejor que el otro, el que colocó el súper agente en verano días después de librarse de los que le molestaban en el club. Tampoco va a servir de mucho ya silbar ni insultar a los jugadores, porque con ello seguramente conseguiremos un efecto contrario al deseado, que llegados a este punto no puede ser otro que buscar juntos una reacción inmediata, antes de que todo se complique todavía más.

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