Tuve oportunidad de conocer de cerca el fútbol inglés y es verdad que la privacidad allí es absoluta. Cada centro de entrenamiento es una especie de búnker inexpugnable y, si te quieres acercar, te echan. Habitualmente con malas maneras. Eso, en maridaje con la tradición inglesa del amarillismo en la prensa, es un cóctel explosivo. La ficción supera a la realidad y además tiene su público. Aquí, el entrenador ha dicho que la prensa trabaja poco menos que para los rivales y no queda claro si lo dice en serio o es el clásico humor inglés. Le sorprende que no puede acudir a ninguna reunión sin encontrarse algún fotógrafo o redactor en la puerta. Hombre, ¿y dónde pretende el señor Neville que estén los fotógrafos y los redactores si acude a reunirse a las oficinas del Valencia CF o al hotel donde suele hospedarse cuando viene el señor Lim? ¿Haciendo su trabajo o en casa rascándose la barriga? Nada de eso es sorprendente ni relevante, al final si algo trasciende de esas reuniones no es por las fotos que le vayan a hacer al entrar, sino porque lo cuentan los que están dentro.

Se queja de la privacidad en los entrenamientos, cuando absolutamente todas las sesiones de entrenamiento son a puerta cerrada, algunas con acceso restringido los primeros quince minutos del calentamiento. O hasta que ellos dicen basta. Y es lo que tiene que ser. Como la temporada pasada cuando se ganaban partidos no por la prensa, sino por haber planificado bien las cosas. Si tanto molesta al entrenador y a los propietarios conceder esos quince minutos a la prensa en cada entrenamiento, tranquilos. Si con el tiempo dejaremos de ir. Hay gente que ha dejado de ir a Mestalla esta temporada y tampoco se les ve preocupados más que cuando no se gana ni un partido, los de abajo se acercan y entonces hay que pedir ayuda porque el Valencia somos todos.

Pues eso, que hoy el Valencia -y el Levante- somos todos, aunque los que tienen que ganar son ellos. Para uno representaría una auténtica gesta, muy necesaria, para el otro no se sabe muy bien qué, aunque si no lo consigue de Málaga nos iremos a Malagón.

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