La montaña rusa, o la roller coaster en idioma de Neville, en la que se ha convertido un partido tipo del Valencia, me llevó a tirar la toalla cuando el Málaga se avanzó el miércoles. Me parecía imposible que el equipo remontara. Pero la suerte, esa que tanto se echa de menos en los momentos de zozobra, se alió con el Valencia en forma de palmeo de Kameni. La victoria final te cambia la perspectiva, pero la realidad es que la temporada se está haciendo eterna. No hay un patrón de juego, los partidos son como cajas de galletas Cuétara, un surtido variado del que te puedes quedar con algún tramo -donde están las de chocolate- y desechas otro, las de sabor a coco. Contra el Athletic de Bilbao Neville vio 70 minutos buenos. Creo que fueron menos, pero hubo momentos de solidez. Pero esa desconexión a partir del 0-1 no tiene justificación. En la Rosaleda tampoco te puedes quedar ni siquiera con una parte entera, pero hubo más galletas de chocolate que de coco. Y creo que fue gracias a André Gomes, al que tanto critico. El portugués ofreció su mejor versión, como también Shkodran Mustafi. A ellos les daría las galletas que más me gustan de la caja: las del papelito dorado.

Cheryshev, te quiero

Lo dije cuando debutó en el Camp Nou la fatídica noche copera y lo repito hoy viernes después de su gol en La Rosaleda de Málaga: Cheryshev, te quiero. El ruso, con sus dos goles ante Espanyol y Málaga, ha sumado seis puntos de oro para la permanencia en Primera. Suso lo fichó para resucitar a un equipo que estaba muerto y Denis lo ha conseguido. Su cesión está casi amortizada. Ahora si marca en la final de Basilea el gol del título, le ponemos un monumento en la avenida de Suecia y se lo reenviamos al Real Madrid con lazos naranjas. O bien nos gastamos un pastizal y lo fichamos. Visto el rendimiento de algunos fichajes de la pasada temporada por los que se pagaron auténticas barbaridades, a lo mejor Cheryshev nos parece hasta barato, quién sabe...

Ponme a Siqueira

Que el Atlético de Madrid te deje a préstamo a un jugador ya es extraño. Que lo haga por temporada y media, lo es mucho más. Y que no te ponga en el contrato la cláusula del ´cagazo´, con perdón, ya es surrealista. Gracias a esto último, el brasileño podrá ocupar el domingo el lateral izquierdo que deja huérfano el sancionado Gayà. Pero no deja de ser sospechoso que el Atleti prácticamente te suplique que juegue contra ellos Siqueira. ¿Tan malo es? El fútbol es caprichoso. Fijo que el domingo gana el Valencia con un gol de Siqueira. ¿Qué apostamos?

Las lonas

Se equivoca Gary Neville convirtiendo la Ciudad Deportiva de Paterna en un búnker. El incidente ocurrido el pasado lunes entre Diego Alves i Rúben Vezo reabrió el debate sobre la idoneidad de cerrar los entrenamientos a la prensa. Neville habló de «sensacionalismo» por parte de la prensa deportiva valenciana. No, Gary, no. Sensacionalismo sería inventar o exagerar. Aquí publicamos lo que podemos. Y en este caso fue una escena grabada a cientos de metros de distancia porque usted no nos deja entrar al campo de entrenamiento y encima nos pone unas lonas de por medio que, por casualidad, se habían abierto. El último que ´bunkerizó´ Paterna fue Ronald Koeman. Y así le fue. Nada más que decir.

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