Lo cantaban Presuntos Implicados. El año pasado el Atlético vino a Mestalla con vitola de favorito y se llevó un 3-1 tatuado que será difícil que olviden. Los primeros veinte minutos fueron un repaso estratosférico, una locura desatada con comunión de la grada y el equipo€¡de Nuno! Parece mentira que haya pasado tan poco tiempo. La fugacidad del fútbol impide disfrutar el presente. Porque en otros tiempos, antes de que esto se convirtiera en un mercado de locos y quizá en otro equipo menos fagocitado por sus propios monstruos, aquellos momentos aún conformarían el presente. En aquel encuentro, Alves paró un penalti al filo del descanso que habría supuesto el 3-2. El penalti lo tiró... ¡Siqueira!, y Alves disfruta cada minuto como un regalo, después de haber pasado un calvario.

Cláusula del miedo

Claro que ellos, los rojiblancos, también han cambiado, y para bien. Me da que este partido no va a tener nada que ver. Por ejemplo, el propio Siqueira jugará esta vez defendiendo nuestros intereses, con hambre de ganarles y sin cláusula del miedo. No sé a quién se le ocurrió tamaña chorrada, la cláusula esa. Y tampoco entiendo que no sea declarada ilegal o anulable por los organismos correspondientes. ¿No tiene hueco ese jugador en su equipo? ¿Su ficha es un problema? Pues cédalo. Pero si lo cede, lo cede del todo, no con puntos y comas. En estos momentos, en la jornada 27, el Atlético tiene once goles en contra, lo que pulveriza todos los records. Efectivamente, cualquier equipo que no sean los dos de siempre necesita, para ganar, ser rocas en defensa. Como nosotros somos unas madres, nos va como nos va.

Nocturnidad

Así que hoy, visto con optimismo, es un buen día para hacer algo bonito ante un gran equipo. El horario invita. Ya está bien de las 16 horas. El Valencia jamás ganará una Liga en la que le toque jugar a la hora de la siesta. En esta tierra los domingos necesitamos dormir para digerir el arroz. Lo de jugar bajo el sol con todo el mundo calzándose la gorra en las calvorotas no va con nuestro carácter. Aquí las ligas se ganaban en el horario de sábados a las 22:30. Esa hora nos hacía diferentes. Los equipos contrarios estaban sobaos en las segundas partes, todos éramos Baraja y al acabar nos íbamos a cenar, a medianoche, o a cervecear. El valencianismo es noctámbulo, como el murciélago, como la ciudad, como la ruta del bakalao de antaño. Nosotros estamos acostumbrados a vivir de noches y sestear las sobremesas.

El crack ruso

Pero el horario de hoy, acorde al Plus, es más asequible. Una forma digna de acabar el fin de semana, otra manera de afrontar el lunes. Nos costará quedarnos dormidos, bien sea por la alegría o por el disgusto. Pero es mejor que jugar a principio de tarde, con los jugadores y la grada empanados. Lo bueno que tiene acostarte recién llegado de Mestalla es que se incrementan las opciones de soñar con fútbol esa noche. Para el partido se espera a un motivadísimo Cheryshev. El jugador se siente en casa, quiere continuar y está feliz por el trato y el cariño de afición y club. Pero no es difícil dárselo cuando se percibe que tiene un plus de calidad que impide que otro jugador pueda hacerle sombra.

Fichajes

Está demostrando que puede marcar una época. Sólo necesita estar rodeado de calidad similar. El fútbol lo tiene en los genes, literalmente. Su padre es Dmitri, ex del Sporting. De casta le viene el galgo, y es precioso ver en el campo a un ruso de sangre caliente, capaz de desequilibrar la balanza. Si conseguimos renovar a Feghouli (el culebrón de la década, no entiendo ni papa) y recuperar a Bakkali de su lesión de pubis, ya podemos decir que tenemos tres fichajes del año que viene garantizados. Es una pena lo del belga porque iba a ser una de las estrellas de la Eurocopa. Para mí, es el único fichaje pre-Suso que ha tenido sentido en los últimos tiempos. Creo en él a ciegas, pero le ha venido el mal de los abdominales. Hay que tener la tripa muy dura para la exigencia de la Liga. Eso se arregla con paciencia y sin una caña.

Estrategias

Es necesario, no obstante, apuntar algo sobre la paliza que el Athletic Club de Bilbao nos dio el otro día. Yo, no sé ustedes, pero quiero creer que es una cuestión de estrategia. Seguro que es una maniobra para distraer, una cortina de humo para que, a partir de este mismo jueves, los bilbaínos se confíen. Que nos dejamos ganar un poco, vaya. Luchamos pero cuando abrieron la lata dijimos: «Déjalos, que se vengan arriba». Yo cambio la paliza esa por ganar la eliminatoria un gol en el último minuto, con la mano y en propia meta, a nuestro favor. Porque no se olviden, el Athletic está fuerte, Aduriz se sale y todo lo que quieran y en un encuentro nos puede pasar lo del otro día, como podía haber sido al revés.

Los jueves, milagro

Pero en mi opinión, el Valencia sigue siendo mejor equipo a doble partido, Seguro, seguro que fue así. Los jueves, milagro, como rezaba la película de Berlanga. Lim y Neville tienen un plan, y se llama renovación. Pasa por machacar el jueves pasa€ y por fastidiarle al Atlético la Liga hoy. Damos miedo. Lo que pasa es que aún no nos hemos enterado, así que hay que ir a Mestalla hoy a recordárselo a los nuestros. ¡Amunt!

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