Seguimos esperando que un día la UEFA devuelva al Valencia cuanto menos algo de lo mucho que le han quitado con decisiones arbitrales incomprensibles. Y así año tras año de desilusiones en tantas eliminatorias como esta, la última -ahora ya penúltima- hasta en un partido de juveniles, que es el colmo. Una vez que el equipo juega y engancha, como tendría que hacer siempre aunque no lo hace, la afición se volvió a marchar con la cabeza baja y quemadísima de Mestalla. ¿Por qué no lo hace siempre? Ni el entrenador lo sabe, aunque tendría que saberlo y algo tiene que saber cuando en un partido de este calado se deja pesos pesados en el banquillo del calado de Feghouli, Parejo, Alcácer... Y acto seguido nos invita a comparar lo mucho que jugó, corrió y luchó el equipo en este partido con lo que hizo el domingo en el Derbi. Gary, como se le acumula el trabajo entre el Valencia y la selección inglesa, aprovechó la rueda de prensa para empezar a poner el foco en el partido del Celta. No sería admisible volver a cambiar del día a la noche. No vale otra cosa que salir a pelear con el alma y el cuchillo entre los dientes.

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