Como dice Pako Ayestaran desde ese rollito zen que le envuelve, en la vida no hay nada «irreversible» excepto la muerte. Aún así, la historia de Sofiane Feghouli con el Valencia, salvo que a principios de la próxima semana llegue un nuevo entrenador que se encapriche locamente con él, está muerta absolutamente desde el día de la victoria al Sevilla. Dejando en un rincón apartado que el futbolista, por sus propias negligencias y su situación contractual, ha acabado pagando la china en un año en el que dos o tres compañeros han merecido tanto o más que él un expediente disciplinario, o que sus deslices le viniesen de perlas a Ayestaran para empezar a ganar votos entre los que construimos día a día la realidad valencianista, todo eso al margen, para un servidor es una pena que un buen futbolista como este se vaya del Valencia con el cartel de fugitivo a la espalda.

Fútbol paranormal: Dos casos extraños

Muchas veces el fútbol es un mundo paranormal, un escenario en el que suceden fenómenos que no responden a ninguna lógica y donde las apariencias cuentan y pueden importar más que los hechos. No tengo nada contra Joaquín Sánchez, sobre todo, porque en sus seis años aquí dio la cara, nos ayudó a levantar la Copa maldita y nos alegró la existencia con divertidos chistes. Sin embargo, nadie podrá decir que cumplió con la expectativa que generó su fichaje por 25 millones. Pues bien, ¿cómo se explican que el gaditano saliera ovacionado de Mestalla cuando regresó con el Betis en septiembre de 2015, mientras que Feghouli, un jugador fichado por Fernando a coste cero y con una trayectoria ligeramente superior a la del andaluz, tenga que irse de puntillas? Yo le doy vueltas y no lo consigo. Bueno sí... El triste final de Feghouli tiene que cargarse en el debe de todos. En el de los dirigentes, en el suyo, en el de su carácter y, por supuesto, en el de esos profesionales encargados de contar cosas que acaban contándolas siempre bajo el sol más caliente. Soso no tiene amigos que construyan rimas a partir de sus disparos o asistencias. De todos modos, un periodista no debería olvidar que el ´8´ ha vestido 202 veces la camiseta, que desde que está en el club, 2010, es el centrocampista con más gol -31 por los 30 de Parejo- o que sólo hombres como Baraja, Angulo, Morientes, Jonas, Villa, Mendieta, Sánchez y Soldado han hecho más goles que él en la Champions con la camiseta del equipo. En esta plantilla nadie ha competido como él en el mejor torneo.

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