Hay un punto medieval en todo este asunto. Viaja Pako Ayestaran hasta Singapur con el cortejo, dispuesto a convencer a Su Majestad el dueño de que está preparado para ser caballero andante. Llega al castillo y allí le espera la comitiva inicial, que había viajado anteriormente, más una serie de justas y banquetes para goce y regocijo de la Corte, entre ellas la exhibición de futbito por parte de algunos componentes del primer equipo en el barrio donde nació el Rey. No sabemos si finalmente será armado caballero, pero habrá que esperar. ¿A qué? Probablemente, a que Su Majestad se decida. Para ello no faltarán nobles, vasallos y esbirros comiéndole la oreja al magnate, dorándole la píldora sobre lo que él quiera oir. «¿Blanco? Sí, sí, blanco y en botella». «¿Ahora negro? ¡Mucho mejor, dónde va a parar, Majestad!». Mientras, el pueblo, aquí abajo a la izquierda, esperamos acontecimientos.

Bando

«¡Se hace sabeeeeer€. Que no se sabe naaaaada!». Todas las mañanas, la prensa a modo de vocero reúne en la plaza virtual y en formato papel a los vecinos para comunicarles la noticia del día. El bando siempre es el mismo, cada día más arrugado. No es que nos urja. Es que nos intriga no saber. Y lo que es más: nos intriga que sea posible que Su Majestad no sepa. Todavía. Pero en el mundo de las nuevas tecnologías, en el de los skypes, facetimes, periscopes, snapchats, twiters y facebooks pero, sobre todo, de la televisión por cable y la retransmisión en streaming, Arturo Pendragón necesita todavía ver, oler, tocar y analizar con sus propios ojos al paje que pretende lucir la armadura y el escudo del dragón. Porque nuestro quiróptero vivíparo es primo hermano del dragón mitológico, no les quepa duda.

Paralelismos

A partir de aquí, el entramado difiere de la leyenda original, especialmente en cuanto a los personajes femeninos se refiere. En lugar de a Ginebra y Morgana tenemos a Layhoon y si te descuidas a Kim Lim, cuya popularidad va camino de ser la versión oriental de la Hilton. En cualquier caso, ambas pululan por la villa, una deshaciendo entuertos y sacando cubos, y la otra yendo y viniendo y asomando su rostro por Instagram, algo así como el espejito mágico de las selfies. Pero además de empresaria demuestra ser una esteta de gusto exquisito cuando manifiesta que se pirra por nuestra tierra, nuestra cocina y nuestro club. Por último tenemos a Kim Koh, el contacto en la Habana, y a Suso, que no deja de ser el equivalente a un americano en la corte del Rey Arturo. A veces oirá trompetas antes del torneo y dirá: «¿Cómo he llegado yo aquí? ¡El caso es que parece la camiseta del Valencia, y el campo de juego también!».

La rojita

El señor marqués tuvo a bien no seleccionar a ningún jugador del Valencia CF para la Eurocopa de Francia. El problema es que lo de Paco Alcácer nos dejó patidifusos, por inesperado. No hay mayor decepción que no esperarte el guantazo. Sir Vincent von Wood demuestra que es coherente con sus gustos, o más bien con sus disgustos. Soldado, en su día, tenía que luchar contra molinos de viento y ahora ha heredado ese papel Alcácer, quien a su vez heredó el ´9´ del ahora jugador del Villarreal. Es probable que Del Bosque exija jugadores con unos requisitos técnicos excelsos para seguir jugando sin delantero centro o, al menos, con un falso tal, tras el fiasco de Diego Costa. Y que, puestos a llevar un rematador nato sin el desecho de técnica exquisita -y con ello no quiero decir que Paco no sea un jugador técnico, que quede claro- el seleccionador prefiere un tipo larguirucho tipo Morata, que vaya bien a rematar a lo loco para el caso de que queden diez minutos para que acabe la cosa y, antes de caer eliminados, haya que cambiar la estrategia.

Comedia

El problema es que hoy en día el fútbol es más que nada estadística pura, y en ella Paco navegaba en cabeza. Es la primera vez en la historia que el máximo goleador en la fase previa no va convocado. Que no sea de la partida ni tan siquiera antes de la criba definitiva se percibe como un desprecio. Y que no se aclarara, que no se le llamara, que no se le diera el motivo que fuere€ parece un desprecio al cuadrado. Pero que se pretenda explicar que, independientemente de los méritos del jugador, le ha perjudicado la temporada del club, así, en general, es un chiste al que le falta la dolçaina de don Pío. En fin, allá belenes. Nosotros a lo nuestro, que no sabemos bien lo que es. Bueno, sí. Como todos, es la búsqueda del grial. Siglo tras siglo, por toda la eternidad, la humanidad busca la copa de la eterna juventud. De momento, la misma la alzan y de ella beben año tras año, en un reino vecino, Emery y Monchi. (Ojo, he dicho la de la juventud. No la de la belleza. Pero vaya, el tema es ese.)

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