Tiene razón André Gomes, aquí es todo un misterio, al menos para los que no padecemos Síndrome de Estocolmo. El Valencia CF desliza que Ayestaran es el favorito pero durante cinco días en Singapur no transmite una sola imagen del propietario con él. No es que sea el magnate muy aficionado a salir en las fotos, eso es cierto, aunque de vez en cuando sí aparece en algunas. Peter Lim lanza un mensaje de confianza en el futuro, un discurso potente que se agradece porque hace falta, aunque en realidad la sorpresa -ya no tanta- es que una vez más en el mismo tampoco hace referencia alguna al futuro entrenador. Ni foto ni palabras. De hecho, entre el firme propósito de no volver a repetir los errores del último año y apostar por Pako no se puede negar que hay algo que no termina de encajar. Quizá si en los próximos días se llegase a confirmar la renovación lo puedan explicar. Y por último, el director deportivo sale escopetado de Singapur hacia algún lugar donde seguro que encontraríamos respuesta a muchas de las incógnitas que nos roban el sueño.

Trío

André es otra de las ecuaciones que falta resolver. El fracaso del regreso a la Champions puede obligar al Valencia a autorizar alguna venta de este calado. Luego está Jorge Mendes, representante del jugador, amigo de la parte supuestamente vendedora pero amigo y representante a la vez de la parte compradora si finalmente fuera el Manchester de Mourinho. Y está, tampoco lo olvidemos, García Pitarch, que por él se quedaría con el portugués para dejarse la piel tratando de obtener ese dinero tratando de vender a otros. Calma, ya lo decíamos, el baile ha comenzado.

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