Eso que dijo Quico de que el drama del descenso es sólo deportivo no es así. Aunque esté preparado para afrontar el trauma, el Levante ha palmado muchos millones y ahora tiene que hacer lo imposible para que la sangría no lo sea también de aficionados, tanto si tienen ADN granota como especialmente si no. Para la campaña de abonos, a raíz de la cara amable de Tito y la salida de Rubi algo se ha conseguido, aunque sea al menos no comenzar restando. Sin el entrenador del descenso y con el nuevo director deportivo, pese a esa tonta preocupación por maquillar su falta de bagaje en vez de asumirla, se mejora el envoltorio. Falta, eso sí, abrirlo y ver qué hay dentro.

Rubi, el adiós de un buen tipo: riesgos imposibles de asumir

Rubi no ha sido el único, pero sí uno de los principales culpables del descenso. No hay nada que agradecerle porque las pequeñas bases que ha dejado de cara al futuro son realmente minúsculas. Lo que sí hay que reconocerle es que como hombre de club ha sido honesto con sus ideas y a la vez buen soldado. ¿Que empezando de cero habría sido otra cosa? Tal vez. Pero el Levante no estaba para correr el riesgo.

Apoyo en bloque del consejo, el mejor perfil para este club

Tito no era el mejor director deportivo del casting, pero sí es el que más le va a este Levante con independencia de si el bagaje que tiene es o no suficiente. A la espera de ver cómo se desenvuelve en el barro de un club y qué tal funciona el tándem con Carmelo del Pozo, excesivamente relegado en la puesta de largo, el nuevo director deportivo ya tiene algo de lo que careció Manolo y que no es otra cosa que el apoyo del Consejo, que lo escoltó en bloque. El de Tito, como en su época de jugador, es un liderazo tranquilo, estilo Ancelotti, uno de los entrenadores por cierto que encajaría en el perfil que le gusta.

Decisión clave de plantilla, objetivo ineludible: ascenso

Había plantilla con calidad de sobra para no descender y a poco que se retoque será suficiente para recuperar la categoría perdida. La cuestión, y ahí es donde entra en juego ese factor «humano» del que habla Tito, es que los jugadores tengan el compromiso y el carácter suficientes jueguen o no jueguen para sumar en pos del objetivo. Acertar con un técnico capaz de sacarles lo mejor que llevan dentro se perfila, sin duda, como la decisión más importante de las que hay que tomar ahora.

Cisma abierto en la cantera, un tenso compás de espera

Hay que pensarlo bien, pero por higiene mental de los afectados el tema de la cantera tiene que solucionarse pero que ya.

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