Curioso. Corría un año de cambios en el Valencia CF con el gran Javier Subirats al frente de la parcela deportiva y con un neófito Juan Bautista Soler debutando casi como presidente de la mercantil. Hablar de don Javier Subirats y de su tremendo olfato para pulir jugadores es decir poco sobre un tipo que entiende un disparate de fútbol. En el caso que nos ocupa hablamos de un Javier Subirats que supo poner sus ojos en un joven delantero del Zaragoza que empezaba a hacerse un sitio en el mundo del fútbol. Ese Villa, ese tipo que batió todos los récords goleadores con la selección, jugaba de delantero centro en el conjunto maño y pese a su juventud escondía en sus entrañas un tipo de futbolista distinto: goleador e implicado, especialmente implicado en todo lo que hacía.

Las palabras de Soler

Juan Soler, en aquel tiempo, se gastaba la pasta a mogollón pero ninguno sabíamos muy bien el alcance de sus inversiones. Recuerdo como si fuera ayer mismo las palabras de Juan Soler cuando se hizo oficial el fichaje de Villa por el Valencia CF. Él habló, Soler habló, de que el club había fichado a un delantero que iba a marcar una época dorada en el Valencia y en el fútbol español. Y oigan, para ser francos, esas palabras sonaban a chivatazo de Subirats en la oreja al presidente, pero los periodistas de la tierra no fuimos capaces de reconocer en su momento el alcance de semejante fichaje. Sí, cierto, aplaudimos el fichaje, pero del mismo modo que se aplauden todos los fichajes del mundo. Al fin y al cabo un fichaje es un tipo que viene de fuera y que llega dispuesto „en la teoría„ a dejarse la piel por el equipo que ha invertido mucho dinero en él. Y sí, eso pasó con el fichaje de Villa y eso pasó cuando Juan Soler presentó con contundencia a este futbolista que era la apuesta de Subirats. Acertó Soler y acertó a lo bestia don Javier Subirats. En ese momento David Villa solo era un meritorio futbolista por el que el Valencia había desempolvado una pasta fenomenal para abonar su cláusula: 12 millones de euros.

Y empezó a funcionar

El instinto goleador de ese joven delantero asturiano comenzó a llegar prácticamente desde que se puso la camiseta del Valencia. Todos nos dimos cuenta de que ese fichaje del Valencia tenía un doble camino. No sólo era muy bueno, también era un tipo honrado y volcado en su compromiso. Hablas de la trayectoria de Villa y obviamente hablas con cariño y gratitud. Es más, hablas también de un tipo que se enamoró de esta ciudad y de sus gentes. Y eso se notaba en cada partido y eso se nota cada vez que David Villa hablaba y habla del Valencia. El crack comenzó a funcionar a lo bestia, el crack comenzó a marcar goles a lo bestia y el fútbol español le abrió sus puertas de forma unánime. Y Villa creció. Y apareció en su vida un antigüo redactor de SUPER „Victor Oñate, don Víctor„ y a partir de ese instante la persona comenzó a imponerse al futbolista. Ojo, no digo que jugara mal, en absoluto. Sí digo que con Oñate llevando el timón del rendimiento deportivo y humano de Villa se abrieron muchos mapas distintos para el ariete asturiano. Oñate supo transmitirle a Villa que el fútbol tiene un tope pero que la vida es mucho más larga y hay que saber aprovecharla. Y en eso está Villa, viviendo en Estados Unidos y creciendo como persona, sin olvidarse desde luego del fútbol.

Lo de El Planter

Ahora ha vuelto David Villa al Valencia acompañado como siempre por el gran Víctor Oñate. Han invertido en Puçol, han invertido en El Planter de Puçol, y su simple visita nos llena a todos de una mística alegría. Recordamos a Villa, sus goles, su talento, su entrega... y recordamos todo lo que nos ofreció sobre el terreno de juego. Y yo personalmente aplaudo de forma absoluta su evolución en la vida. Su visita nos deja a todos con un ataque de nostalgia maravilloso. Es un tipo al que queremos y que se hace querer. Por eso, mirando toda la herencia de pasión e ilusiones que nos ha dejado el Guaje Villa no dejo de pensar en él, en Subirats, en Oñate y en tanta gente que sí supo ver ese talento increible para el fútbol y para la vida que encerraba nuestro querido delantero asturiano. Yo le deseo lo mejor del mundo a Villa. Es un tipo especial en este complicado mundillo. Un tipo al que aprecia y quiere todo el mundo. Y eso es mucho.

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