El casting de entrenadores, al revés que el de directores deportivos, lo ha ganado el candidato más experimentado. Paradojas del fútbol y de este Levante que ha hecho entrevistas de trabajo a un puñado de aspirantes pero que a Luis García ni lo ha llamado. Luis era el ojito derecho de la afición, al estilo de Tito se conocía la casa y para más inri no sólo estuvo ahí cuando cayó Alcaraz sino también, como último clavo ardiendo contra el descenso, cuando casi lo hace Rubi. Sí, daría para un libro o para someterse a unas buenas sesiones de psicoanálisis.

Un buen comienzo del tandem: la mejor de las alternativas

Dejando al margen lo de un ex como Luis o incluso el de otro como Juan Ignacio, lo que hay que reconocer es que Muñiz era la mejor de las opciones restantes. Su fichaje, a expensas de la negociación, demuestra que las palabras de Tito y Carmelo encajan perfectamente con los hechos, lo cual es un buen comienzo. Queda claro también que, a raíz del adiós de Manolo, lo que hay no es tanto un nuevo modus operandi como otra sintonía en las constantes reuniones del Consejo. Eso sí, las rencillas, tanto las de dentro como de fuera, siguen estando al orden del día.

El morbo de los no invitados, el tuit del acto de despedida

Hablando de Manolo, la semana pasada se despidió del club con la foto de un tuit como única constancia. No quiso un acto público sino que fue algo íntimo, fiel a su estilo. Una quedada de amigos en la que tanto la lista de los que fueron como la de los que ni siquiera estaban invitados dice mucho de la situación de desgaste vivida por el de Faura. Sin entrar en detalles que no llevan a ningún sitio más allá del morbo de quién sí y quién no, uno de los que faltó fue Quico. Cuentan que invitado estaba, pero que le coincidía con la reunión de LaLiga en Vila-real (¡y, eh, que no fue una coartada!). En esto, como en todo lo relativo al cambio al frente de la parcela deportiva, el presidente ha amagado a los dos lados sin que su postura quede clara.

Queda retratado y para bien, el detalle humano de muñiz

Hay detalles que dicen mucho de las personas. Que Muñiz, jugándose el play-off de ascenso con el Alcorcón, aplazara la entrevista con el Levante al final de la Liga en Segunda es algo que lo retrata en clave positiva. Sea al final limpia o se manche su salida, haya que pagar más o menos y sea en metálico o en especie, se trata de un detalle que habla también de los valores a los que tanto se refieren los nuevos responsables deportivos del Levante.

Tapado hasta la recta final, los motivos de la elección

Que Tito y Carmelo estiraran el casting para esperar a Muñiz, sin duda el auténtico tapado, es sintomático también de lo favorito que ha sido desde el primer día hasta el último. Cuando el jueves el director deportivo desgranó uno a uno ante el Consejo los motivos que lo habían llevado a elegirlo -«profesionalidad, experiencia y rendimiento»- el trabajo de campo estaba pero que muy trillado.

Valencianización y cantera. Sí, buenas señales en orriols

Habrá fichajes, pero el bloque está hecho. Y ojo, que la valencianización y la apuesta por la cantera no son de cara a la galería. En esto las palabras vuelven a coincidir con los hechos. Lo dicho, buena señal.

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