De las primeras cosas que dijo Tito como director deportivo es que no ficharía a nadie que quisiera venir al Levante sólo por dinero. Visto así se entiende mejor porqué Guitián, de los defensas más cotizados entre los gallitos de Segunda, ha acabado en el Valladolid. Económicamente el Levante está en disposición de ser el Real Madrid o el Barça de la categoría, pero una cosa es que pueda serlo y otra que quiera. El camino no es el de ir de Primeras por la vida y Guitián o lo ocurrido con Muñiz son buenos ejemplos. Porque lo del entrenador y la movida del fin de semana tiene lo suyo.

El sueldo del entrenador, apretón de manos y fichado

A lo mejor exageran con lo de que le ofrecían cuatro veces más, pero resulta que el Rayo Vallecano, al estilo del Valladolid, se lió la manta a la cabeza para llevarse a Muñiz. Total, que después de que el Consejo hubiese dado luz verde al ganador del casting, el sábado y el domingo en Orriols no les llegaba la camisa al cuello. El técnico, sin embargo, cumplió la palabra que ya había dado. Es el segundo gesto que habla de él como un tipo con valores. Antes se había negado a reunirse hasta que no terminase la temporada con el Alcorcón. Y ojo, que si el anuncio se atrasó no fue por culpa del Rayo, sino por la negociación entre clubes. Él y sus ayudantes cobrarán unos 500.000 (brutos).

No sólo buenos futbolistas: stops a la autodestrucción

Por cierto. Se acabó lo de que el entrenador descuelgue el teléfono para convencer a un jugador. Muñiz no va a hacerlo. Y no porque no quiera, sino porque Tito y Carmelo prefieren que el míster, al que consideran tremendamente justo en sus alineaciones, no se comprometa con nadie. Se trata de evitar que el fichaje de turno a la postre le reclame que no tiene minutos. Es decir, que líos en el vestuario, cero. La autodestrucción que ha acabado con el equipo en Segunda está demasiado presente. El objetivo es que el grupo sea bueno no sólo en lo futbolístico. Y el mensaje del dinero, aviso para navegantes, no es solamente para los nuevos.

Nueva camiseta y reformas: sobre los cambios de look

El Levante cambia de piel con su nueva marca de ropa deportiva. A toro pasado, el amarillo flúor de Nike y lo de ser segundo o tercer plato fue mortal de necesidad. También cambia el Ciutat. Reformarlo es una política del todo acertada. Por suerte hace ya mucho que los sueños faraónicos sobre un estadio mejor en un emplazamiento peor se quedaron en eso.

Sigue el goteo de abonados, el futuro, en buenas manos

Cambia la ropa, cambia el estadio y se rejuvenece también la grada. Los datos de la renovación de abonos en las primeras semanas son un espaldarazo a la política social del club y a su apuesta para paliar el descenso. El futuro parece asegurado.

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