Ahora que llega el ´caloret´, y que los clásicos veraniegos venden el estereotipo de las bondades de los días playeros (luego estamos los que preferimos el chaletito en el campo, con tu piscina para bañarte cuándo y cómo gustas y sin tener que estar quitándote arena de encima como si vinieras de la obra), cobra importancia la figura de los socorristas.

Para los de mi generación se nos va la mente inmediatamente a aquella serie yanqui tope casposa que lucía cuerpos como los de Pamela Anderson (a mitad de camino de convertirse en un balón de Nivea por la cantidad de plástico que acumula). O sea , aunque no lo reconozcamos, se nos va la mente a los calentones que nos pillábamos con Los vigilantes de la playa.

Realmente los socorristas -los que tenemos en la playa que tenemos más cerca- son algo mucho más serio y profesional que lo que nos mostraba la serie televisiva. Y ahora tú te preguntarás, ¿qué narices me está contando este ´pelao´? ¿Qué leches tiene esto que ver con el Valencia CF? Me explico.

Echemos la vista atrás en los últimos siete días. Kostic, Diawara, Gustavo Gómez, Nani... Unos más cerca, otros más lejos e incluso algunos ya inalcanzables.

¿Qué nos dice esto? Que el Valencia CF (Suso y sus colaboradores) se mueve. Otra cosa es hacer efectivos los movimientos. Pero moverse, se mueve.

¿Que falta? La aparición de los socorristas ¿Y quiénes son los socorristas? Sólo los hay de dos tipos. Descartemos que venga el socorrista ´gordo´. Ya se nos ha dicho que el dueño no pretende invertir más por el momento en el negocio. Así que queda encomendarse a las salidas de jugadores.

Mientras no las haya, el equipo no va a poder reforzarse. Y ciertamente lo veo complicado a no ser que la propiedad haya asumido que va a perder montañas de dinero. Es lo que tiene venir a hacer negocio sin conocer el ramo y eligiendo a los peores socios posibles.

Pero no lo veo claro. Las fichas de los futbolistas que pretendes colocar son inalcanzables para los equipos que se pueden interesar por jugadores con semejante hoja de servicios. Son complicadas las entradas. No tienes para ofrecer mucho dinero, ni Europa, ni un proyecto consolidado. Pero de verdad que no me preocupan en exceso. Lo digo en serio. Creo que no se está trabajando mal ahí, aunque luego será la temporada y el balón los que dictarán sentencia. Pero de verdad que veo un hándicap muy grande en colocar lo que te sobra. Sí llegas a acuerdos con futbolistas para fichar, pero no los puedes concretar por las restricciones económicas. Mala cosa.

Necesitas a los socorristas (que salgan los que no cuentan), porque si no corres el peligro de nadar mucho para acabar ahogándote en la orilla.

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