Nani aparte, lo que está claro es que esta temporada los jugadores que lleguen al Valencia será porque quieren venir. Me explico. Si Diawara acaba en Mestalla es porque el chaval se ha plantado delante de los dirigentes del Bologna y les ha dicho: «Quiero irme al Valencia». Si Kostic recala en el Valencia será por lo mismo, porque eligen este destino por delante de otras propuestas deportivas, a priori, más atractivas. Suso García Pitarch va en desventaja respecto a los competidores -la famosa espada de madera que acuñó el Ratón Ayala-. Fichar por el Valencia esta temporada es una decisión de valientes: llegas a un gran club, histórico, con una gran afición, con una ciudad espectacular... pero con un proyecto deportivo que tiene un interrogante gigante encima. Esto para el Valencia es negativo, pero a la vez aumenta las probabilidades de que los jugadores que aterricen tengan mayor grado de compromiso. Es mi teoría. El tiempo me dará o quitará la razón.

Negredo

No puedo estar más de acuerdo con Carlos Bosch, sin que sirva de precedente, en su visión del caso Negredo. Los aficionados y los periodistas, en general, tendemos a alinearnos con el futbolista de turno ante situaciones de conflicto con los clubes. En el caso de Negredo, los argumentos principales de los abogados defensores del jugador son la familia y los años de contrato firmados, y pocos se alinean con el club que ha sufrido dos años de rendimiento espantoso de un jugador que costó una millonada. Negredo, por no querer irse a China, ¿está bloqueando al Valencia? Es injusto afirmar eso. Pero sí que es cierto que el club está atado de pies y manos por la decisión de un jugador de descartar esta destinación. Su traspaso a China sí que sería una bomba, pero de las positivas. ¿Qué es más importante, Negredo o el Valencia? Para cualquier aficionado debería ser el club, gobierne quien lo gobierne. Pero aquí el malo siempre es el club. Históricamente. Piénsenlo.

Ansiedad

No sé si a ustedes les pasa, pero necesito que juegue ya el Valencia. Esto se me está haciendo demasiado largo. Y esta ansia no está motivada por la ilusión de ver en acción a los nuevos fichajes porque no los hay. Tampoco por la euforia de haber acabado una temporada en modo subidón, porque no lo ha habido. Ni tan siquiera por la novedad de estrenar ubicación en el camp de Mestalla, porque mantengo la localidad en el mismo sector de siempre. La Eurocopa no calma mi ansiedad, y mucho menos la selección española. Y esto es porque no tengo ganas de fútbol, sino ganas de Valencia CF. Cuando juega la Roja -lamentable e inoportuna nomenclatura para un combinado que fracasa vestido de blanco- me pongo frente al televisor y no siento nada. Quiero que gane, por supuesto. Pero mis pulsaciones apenas se aceleran aunque pasen los minutos y el gol del empate no llegue. En fin, soy así de rarito. La sensación que tuve el lunes tras la eliminación de España me recordó a la de hace 10 años cuando España, siempre favorita sin motivo de peso, caía eliminada en octavos. Con los años, se podrá apreciar que en esta última década gloriosa de la selección -en realidad han sido cinco años, de 2008 a 2012- se han alineado los astros, o mejor dicho, los alineó Luis Aragonés, y lo aprovechó brillantemente, todo hay que decirlo, Del Bosque. Pasarán años, quizá décadas, hasta que vuelva a vivirse una etapa dorada como esta. Lo que estamos viviendo ahora es lo normal. España, con buenos jugadores e imposiciones mesetarias, fracasa de manera reiterada en las grandes competiciones. Y ya llevamos tres (Mundial, Confederaciones y Eurocopa). ¡Menos mal que existe el Valencia!

Camisetas

Como cada temporada, unos días antes de que el club o la marca deportiva lance la exclusiva, aparece en foros, blogs, redes sociales o webs de dudosa reputación el diseño de las nuevas equipaciones del Valencia. Y suele coincidir después con el diseño real. Este año el color naranja vuelve a la primera equipación, con ribetes en cuello, mangas y laterales. Y un pequeño murciélago ubicado en la espalda, debajo del cuello, distingue la sobria camiseta que Adidas propone para el Valencia de la de otros clubes que vestirán también la misma marca. Me gusta la nueva camiseta, aunque también he de reconocer que soy facilón. Todos los años me gusta. El simple escudo del Valencia le da un empaque que difícilmente puede empañar un mal diseño. También es verdad que no soy coleccionista ni mitómano y nunca me he comprado una camiseta del Valencia. Para mi. Para regalar, muchas. A ser posible, la blanca. En homenaje a la selección€

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