Rosberg está en caída libre después de la carrera en Hockenheim. Llegaba con un solo punto de diferencia por detrás de Hamilton a la carrera de casa y ayer contaba a su favor con el error de Lewis en la crono del sábado. Pero de nada le valió al alemán su pole postion: falló estrepitosamente en la salida y lo hizo hasta el punto de ser superado no solo por su directo rival, sino además por los dos RedBull. Nico se quedó atascado y sin ritmo detrás de los coches de Newey que apuntan a ser los mejores después -claro está- de los Mercedes.

Recetario de trucos sucios

Desesperado, en la cola de los RedBull, a Rosberg solo le quedó echar mano de una de sus artimañas y en su libro de trucos sucios encontró solución en el capítulo «olvídate de girar en la curva», donde puso su marcador de lectura en el Gran Premio de Austria, cuando en la pista de Spielberg dejó sin espacio a Hamilton. En Alemania usó ese mismo truco con Verstappen que se quedó sin asfalto y sin la tercera posición que ambos disputaban en ese momento.

Los comisarios no dejaron pasar por alto la maniobra de Rosberg y tal vez influidos por la imagen de impunidad que Nico encarnaba al escapar del incidente de la doble bandera amarilla en Hungría, decidieron esta vez sí sancionarle: toda una sanción en diferido.

Antes de cumplir su penalización, Nico pedía al equipo que intercediera ante los comisarios: «He girado el volante hasta los topes y he perdido el control», decía. El alemán buscaba clemencia con esta frase, mientras en los monitores de televisión de todo el mundo veíamos como -muy al contario- su volante seguía recto, más allá del momento donde en esa curva se gira para buscar el ápice. Los comisarios no tragaron y Rosberg pagó sus sanción. La puntilla la puso la pifia del equipo Mercedes que falló con el cronómetro y le hicieron parar no cinco, sino ocho segundos, justo los tres de más que le alejaron de poder luchar para pisar el último escalón del podio. La F1 se va de vacaciones, pero al coach de Nico le queda todo un verano de trabajo para levantarle el ánimo.

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