Escucho las palabras de Pako Ayestaran y hay algo que preocupa todavía más que el contenido de las mismas. Además de su totalmente lógica intranquilidad, porque la cosa no avanza en absoluto a pocos días ya del estreno en Mestalla, se le vio bastante desanimado. Igual es el que el momento no era el más idóneo para salir y volver a repetir lo mismo de otras veces, porque lo que se vio en el campo es lo mismo de siempre siendo optimistas, pero es lo que conscientemente o no transmitió el entrenador.

Y eso no, por ahí mal vamos. Está claro que no es lo mismo tener a André Gomes que no tenerlo, tener a Mustafi que no tenerlo, como no es lo mismo no tener a Santos que sí tenerlo, pero aquí lo último es tirar la toalla porque esto hay que sacarlo adelante como sea. Le recordaremos sus palabras, «tengo el perfil idóneo para este proyecto».

En el terreno de juego el Valencia se impuso a duras penas a este equipo de supuestas estrellas de Nigeria que, como era de esperar, no lo son tanto. Las auténticas estrellas de Nigeria juegan en otros equipos. Más dudas, aunque por el palco la cosa debía estar bastante más entretenida a juzgar por las sonrisas que cruzaba la presidenta con alguno de los representantes de Nigeria. Y a García Pitarch, que también estaba por allí, se le ve razonablemente tranquilo, algo complicado de interpretar. Muchos pagaríamos por saber qué es lo que realmente lleva entre manos entre todos losobjetivos que se le atribuyen en los últimos días al Valencia, más allá de que lo de Sergi Samper con el Barcelona parece que se va a cerrar. Porque el fichaje del joven centrocampista es poco para las muchas cosas que le faltan al equipo. Suso tiene el don de la paciencia y está acostumbrado a trabajar al límite. Aunque Pako dijera que no espera sorpresas, el director deportivo seguro que las tiene. Al tiempo.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.