Difícilmente alguien logrará rebajar su récord del mundo de 100 metros que logró en 2009 con una espectacular marca de 9:58 en Berlín. Un registro que solo está al alcance de él mismo pero que siete años después sigue inamovible. Y es esa la única pega que se le puede poner a la carrera de Usain Bolt, quien en su afán de demostrar su tremenda superioridad sobre el resto de rivales frenándose en los últimos metros de casi todas sus carreras, ha dejado escapar en más de una ocasión la oportunidad de rebajar aún más su propio récord y llegar quizá al límite humano en la distancia del hectómetro.

Ayer era el día

Uno siempre tuvo la sensación de que Bolt se guardaba lo mejor para el final y teniendo en cuenta que los de Río van a ser sus últimos Juegos Olímpicos, estaba convencido de que era el día que había elegido para batir de nuevo el récord del mundo en los 100. Y quizá era así, pero si lo deja todo para el final, corre el riesgo de que una mala salida le arruine los planes, aunque ni aún así sea suficiente para que alguien pudiera arrebatarle el oro.

Hortelano en acción

En unos días cumplirá 30 años y por edad aún podría intentar llegar a Tokio 2020 al máximo nivel, pero no está en sus planes y, por ello, no estaría de más que Bolt intentara lograr en los 200 lo que no pudo en los 100, el récord del mundo que también es suyo. El oro no admite discusión, así que ese será el gran aliciente, al margen de ver de lo que es capaz Bruno Hortelano, la gran esperanza española en 200.

Más opiniones de colaboradores