Me siento frente al ordenador a escribir esto y estoy cansado pero me obligo a hacer una reflexión más profunda porque se me comen las lagartijas por dentro. Cuando el Valencia despide a Pako Ayestaran había mucho opinólogo ´influencer´ indignado a pesar de que los números de Ayestaran como entrenador del Valencia eran una vergüenza. Es decir, criticaban al Valencia por despedir a un entrenador que llevaba cuatro derrotas en cuatro partidos de Liga. Ahora, el Valencia ficha a Prandelli, que puede fracasar o puede triunfar, pero es evidente que estamos ante un SEÑOR ENTRENADOR, es decir, un tipo que sabe de qué va esto, pero mira por dónde, no veo a ninguno de esos opinólogos alegrarse porque el Valencia ha fichado bien. Si me leen de manera más o menos regular, sabrán que los viernes me pongo un poco moñas, dejo las locuras de lado y escribo sobre lo que he leído o escuchado durante la semana que no sea estrictamente futbolero y que me parece interesante. Y leí el otro día algo que dijo un periodista que he conocido hace poco, sobre las nuevas tecnologías y el periodismo, y me gustó leerlo porque opino como él, aunque él lo explica mejor: «El mundo está cambiando para siempre. La opinión ya no la puedes gobernar. La posición de los oyentes ya no la puedes gobernar. El mundo cambia sin que lo puedas manejar porque la información fluye, porque la gente expresa libremente su opinión». Yo lo explico de otra manera: «La gente no es tonta por mucho que los periodistas nos creamos que podemos engañar y convencer al personal de lo que no es». Esto traducido al Valencia es que la gente ve que algunos solo sacan la patita cuando las cosas van mal y que se esconden cuando se hacen bien, y sobre todo, la gente ve que los que más cargan contra Peter Lim son los que añoran el régimen anterior en el que, por lo visto, vivían muy bien. ¿Se puede criticar a Peter Lim? Claro. Es más, se debe criticar a Peter Lim aunque se le haya defendido antes. Lo he defendido cuando lo ha hecho bien y lo critico cuando creo que lo ha hecho mal. Y he dicho miles de veces que Peter Lim hasta ahora es un desastre en lo deportivo, pero que no fue él quien llevó al Valencia a la quiebra hasta el punto de tener que ser vendido en subasta pública. Digo esto porque el Valencia esta temporada tendrá 31 millones de euros en pérdidas por dos multas que le han puesto fruto de la gestión anterior según informa Plaza Deportiva. Así de claro. 23 de multa de la Unión Europea por la ampliación de capital con aval público que llevó a Llorente a la presidencia, y 5 por una multa de Hacienda tras una investigación en años en los que Llorente era presidente. No las tiene que pagar ya mismo porque están recurridas, pero se ve obligado a guardar el dinero en un rinconcito por si acaso. Los 28 de las multas y tres más por los posibles intereses son la venta de Paco Alcácer o el fichaje de un medio centro como dios manda en vez de la cesión de Mario Suárez. Ni más ni menos. De todo esto, lo que más me gusta es la certeza de que Prandelli es buen entrenador, porque los de siempre están calladitos y no dicen nada. Y eso que la decisión de ficharlo se ha tomado en Singapur...

PD: Jugadores del Valencia, después de ganarle al Atlético Meseta este domingo no os hagáis una foto en el vestuario, que alguno se enfada.

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