Viene el Atlético en horario infantil para hacer frente a la mutación de un equipo redivivo bajo la batuta del entrenador que no quiere serlo. Muy respetable, pero no me digan que no encaja su historia en un cuento de realismo mágico. La increíble historia del entrenador que nunca quería ser entrenador porque quería ser delegado. A Voro le estamos agradecidos no sólo por los méritos deportivos sino por la humildad y el sentimiento de club. Y es muy respetable que tenga sus razones y las defienda con coherencia. Pero, por mucho que él lo quiera evitar, lo cierto es que es un gran entrenador. Sabe dar a los jugadores la moral necesaria para saber lo que tienen que hacer y, sobre todo, lo que no tienen que hacer. Hoy se plantan ante los rojiblancos con un objetivo: que no nos marquen. No es mal principio.

Táctica de hoy

Esa, y no otra, es la virtud que lleva a un jugador a triunfar: la capacidad para decidir no intentar lo que no le va a salir, y sólo echar mano del recurso cuando tiene la seguridad de que lo va a lograr. Lo decía Cruyff de Zamorano, a quien en su época consideraba el mejor delantero, porque nunca hacía nada que no supiera hacer. Así pues, Montoya, Santos, Mangala y Gayà tienen una misión: impedir que los rojiblancos mojen. Luego, como dice Mario Suárez, nos encomendamos a la delantera eléctrica que seguro que un golito sacan. La buena noticia es que ellos no tendrán a Godín. Tienen, eso sí, a Koke, a Griezmann „el mejor media punta del mundo en estos momentos„y a Torres, que pese a la insistencia de sus críticos ahí está, dando matraca. La clave es estar cerraditos y hacer bien las coberturas. Y luego, al atacar, estirarnos como un chicle y, sobre todo, ¡pecado mortal perder pelotas! ¡Contrataques no!

¿Y si...?

Si a eso le añadimos no cometer faltitas al borde del área, se lo pondremos difícil. Los atléticos no están para tirar cohetes tampoco. En la grada estará el futuro entrenador, Cesare Prandelli, que ha vuelto del vis a vis en Singapur. La gente está expectante, percibo en las calles alivio porque viene un entrenador con experiencia. Cierto es que no muy brillante en cuanto a resultados, pero experiencia, al fin y al cabo. He leído muchas cábalas sobre si con Ayestarán habríamos conseguido los mismos resultados que con Voro. La respuesta es no. Con el entrenador cesado huele a que habríamos encajado siempre al menos un gol más. Estaba en el ADN del equipo. Y si hay algo que todos sabemos es que no teníamos tan mal equipo como para no ganar ni a un equipo de casados. Así que si Voro logra dejarle al italiano el equipo engrasado con una victoria, ya se encargarán mañana los medios de Madrid de trasladar la crisis de equipo.

Currículum

Prandelli fue un jugador importante, así que aunque no haya obtenido títulos como entrenador, sabe lo que es ganar cosas como jugador. Una Copa de Europa, una Recopa, tres Ligas, Una Copa de Italia, una Supercopa de Europa y una Intercontinental. Crema. Luego, como entrenador, la Fiorentina y la selección azzurra han sido sus grandes brillos. Llevó a Italia a la Final de la Eurocopa 2012 pero tuvo la mala suerte de cruzarse con la mejor España de la historia. Había resistido un empate a uno en la fase de grupos pero en ese partido le endosaron cuatro, y porque echamos el freno. Recuerdo a Casillas pidiendo el final del partido antes de hora. Pero daba igual el equipo que se hubiera enfrentado a nosotros en aquella final. Es un italiano al desuso, en el sentido de que no es el paladín del catenaccio, a pesar de la influencia de Sacchi en su formación.

Prudencia

Estamos ante un hombre de orden y método. Dicen que cercano, comunicativo, que sabe escuchar a sus jugadores pero que toma las decisiones en función de las circunstancias. No nos extrañe ver a más de un jugador fuera de su sitio aparentemente natural en un momento determinado, y sin que sirva de precedente. Dicen que no vamos a jugar al anti-fútbol, pero tampoco a lo loco tocando la pelotita como si no hubiera nada que hacer de medio campo hacia abajo. Es decir, ni tanto ni tan calvo. Ni fútbol-fiesta con pantanos defensivos ni el búnker y patadón a la grada. O sea, allegro? ma non troppo. Tampoco la afición está para tirar cohetes. Seamos realistas, el italiano no estaba en el top 10 de la lista mental de ninguno de nosotros. Pero las decisiones deportivas de Meriton han sido tan tremebundas que parece la única cuerda hasta la fecha.

Competir

Al final, de lo que se trata es de competir. Y con un entrenador que se viste por los pies es más fácil. Todo lo demás son cuentos de la abuela, marketing para gurús, pseudo-coaching para problemas etéreos. Se compite o no se compite. Esto es fútbol. Si compites, resistes y mantienes el tipo y luchas por objetivos. Si no compites, no te respeta nadie. Ni los árbitros. Espero que este caballero italiano despierte el gen competitivo en la chavalada que viste la camiseta y les haga ser conscientes de que es un privilegio vestir estos colores, que están escribiendo la historia del club. La historia va de vencedores y vencidos. Y sólo de ellos depende el modo en el que se les recuerde.

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