Hoy no lo voy a hacer. Hoy no pienso dedicar una sola línea a este o a aquel jugador. Hoy fundamentalmente me ha llegado a lo más hondo el anuncio del Valencia CF que advierte de que ya no quedan localidades para el partido del próximo sábado ante el Barça. Y eso, se mire como se mire, y más allá de la entidad importante del rival de turno, es una noticia espectacular para el Valencia y para los propios valencianistas. Miren, con la que está cayendo, con un Valencia en fase de recuperación pero carente de ningún delantero centro, es inmenso que el personal se vuelque con los suyos de esta manera. Y eso solo significa una cosa: este equipo sigue vivo... vivo, vivo, vivo... Y eso es lo importante.

¿Lo han visto?

Les hago una pregunta a la mayoría de ustedes: ¿han visto Mestalla alguna vez lleno hasta la bandera? Vale, sí, ya se que muchos me dirán que sí y que incluso los aficionados más mayores recuerden llenos históricos jornada tras jornada. Pero ahora es distinto. Estamos hablando de un equipo mal construido, hay mucho fichaje sin ton ni son y falta algún jugador con son y con ton que dé credibilidad. Un equipo que ha empezado regular la temporada y que, a buen seguro, si se hiciera una encuesta en la España futbolera donde no estuviera Valencia preguntando a la gente qué es lo que puede pasar en Mestalla en este inminente Valencia-Barcelona, la mayoría del personal -y me refiero a mayoría enorme- se jugaría la 'pasta' en una casa de apuestas a favor de la escuadra culé. Así las cosas este lleno está repleto de imaginación, ilusión y de hambre por el fútbol. Y eso alguien se lo debería traducir desde ya al accionista don Peter Lim.

Lo de Prandelli

Lo que les voy a comentar de Prandelli va mucho más allá de lo que pueden pensar ustedes o yo sobre el ilustre técnico italiano. Y sí, digo ilustre simplemente mirando el currículum de Prandelli, que es francamente alucinante en positivo. Lo que les quiero transmitir es como ha entrado Prandelli en la dinámica de trabajo del día a día valencianí. Y ha entrado como lo que realmente es. Ha entrado por la puerta grande... y no lo digo por los tres apurados puntos cosechados ante el Sporting en Gijón. No, eso es secundario. Prandelli se ha ganado ya de calle la voluntad de sus futbolistas precisamente por eso, por hablar con una corrección absoluta ese idioma del fútbol que solo saben manejar los que de verdad entienden de esto. Y Prandelli entiende... sean cuales sean los resultados que logre como entrenador del Valencia.

Lo del sábado

Y bien, repito lo del sábado. Recibimos a un Barcelona que ya saben todos ustedes qué es lo que sucedió ayer ante el Manchester City de Guardiola y en el fondo poco importa la moral del gran rival del encuentro. Eso es secundario. Lo importante, lo destacable, es que Prandelli y su aspecto de tipo elegante y rompedor ha despertado a un valencianismo que había comenzado a tirar la toalla y a desesperarse con su equipo. Miren, yo tengo claro que el Valencia, su plantilla, no es un equipo top. Ahora bien, con la mano de Prandelli, la implicación de los jugadores y el empujón que le den todos ustedes sí podemos ver a un futuro equipo distinguible. Y eso, a estas alturas, ya les aseguro que es muchísimo.

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