Paren las rotativas. Muñiz se equivocó contra el Getafe y de Orriols volaron puntos por primera vez. Sólo fueron dos, porque hasta en su peor día y mereciéndose perder el Levante sorteó la derrota. Así que fue la primera y no será la última, pero ojo porque tampoco van a ser tantos los que rasquen de aquí. Pocas hormas en el zapato como Bordalás y su Getafe van a encontrarse los granotas. Y es humano, pero pocos también van a ser los renuncios de Muñiz, que ayer entonó el mea culpa por los cambios. Lo hizo, más que por fallar alguno, por no acertar en ninguno. Gajes del oficio, faltaría más.
Espinosa, foto de la semana
Polémico cambio del cambio
Hablando de cambios, el de Espinosa ha sido el tema de la semana. Un ataque de entrenador, pero no en el sentido peyorativo de la expresión sino en todo su esplendor. A Muñiz le sobra personalidad y lo demostró con el cambio del cambio. Después, como notable gestor de grupo, tiró de tacto para hacerle una escucheta en la oreja y para al día siguiente tener un vis à vis inmortalizado por el objetivo de Nacho Hernández en Buñol. Que Espinosa haya pasado de ir con el depósito lleno a quedarse en reserva es harina de otro costal, aunque crédito sigue teniendo. El Levante, con una competencia brutal en el centro del campo, es el segundo interesado en recuperarlo. El primero es el propio jugador, que tiene que reivindicarse tras sus salidas en falso de Barça y Villarreal.
Sin tonterías en los fichajes
Los mejores, 500.000 de ficha
Hay veces, más aún contra el Getafe, que parece como que al Levante le han pillado el tranquillo. Sin embargo, lo cierto es que los azulgranas no son un equipo de ganar escaramuzas sino batallas y guerras. Salvo contra el Mirandés, el Zaragoza y un par de ratos más nunca ha rozado la perfección. Pero siempre ha ganado sin necesidad de meter la última marcha. El granota es un bloque que gana a plomo y que tiene en su plantilla a varios de los mejores jugadores de la categoría. En posiciones claves como la defensa y la medular el club no se andó con tonterías. Hay un puñado de futbolistas con alrededor de 500.000 euros de ficha si al final se asciende, lo cual no es moco de pavo estando en Segunda.
Un retoque para la plantilla
En enero, la prueba del nueve
No se andaron Tito y compañía con tonterías en verano y tampoco van a hacerlo en invierno. Roger es una bendición, pero visto el rol de Rafael y Roger salta a la vista que falta otro ´9´. A poder ser que caiga a banda. Es en lo que están ahora, con dinero en caja y conscientes de que quien venga lo hará para quedarse en Primera.
