Es una vergüenza que haya tantos parones por los compromisos FIFA en este primer tercio de Liga. Este fin de semana tendría que jugarse el Valencia-Granada y poder quitarnos la mala baba que nos dejó la derrota del pasado domingo ante el Celta. Fue injusta, la mires por donde la mires. El equipo de Prandelli jugó mejor que el rival, creó más ocasiones pero el fútbol son goles y marcó más el Celta. No hay vuelta de hoja. Me preocuparon dos cosas sobre todo. 1. Que el entrenador tardara tanto en hacer los cambios -como que el Celta ya había remontado el gol de Parejo-. 2. Que el entrenador resumiera la derrota en que hay que crear más ocasiones para poder hacer más goles. Yo lo interpreto como un palo en toda regla a la confección de la plantilla. Prandelli, por lo visto, no se fía de Munir y Santi Mina como recambios para Rodrigo, Nani o Cancelo y no sólo no los saca de titular sino que tampoco confía en ellos para rematar a un Celta entregado con el 1-1. Que jugara de titular Fede Cartabia, que tuvo una actuación triste en Riazor cuando el técnico decidió que entrara al campo, es muy significativo. Como también que Prandelli apele a generar más ocasiones para marcar más de un gol. Como si siete llegadas claras no fueran suficientes. El italiano está diciendo: «Esto es lo que tengo y no da para más». Pese a este percepción de derrotismo que desprendieron a mi juicio estos detalles de Prandelli, creo que estamos ante un técnico capacitado para reflotar la situación en breve. Confiemos en él. Es, como muy bien dice SUPER, el líder de este Valencia despersonalizado.

Miguel Veloso

Leíamos ayer en este periódico que el portugués Miguel Veloso es uno de los jugadores que podrían llegar en el mercado de invierno según los movimientos que la secretaría técnica que dirige Suso García Pitarch está realizando recientemente. Todo encaja con este jugador excepto una cosa: no es el perfil de jugador que necesita el Valencia. Es portugués, es veterano, juega en Italia, acaba contrato en verano de 2017 y su agente es Mendes. Pero no es defensivo. Y la pieza que necesita el Valencia es la de stopper, que ayude a los laterales y a los centrales, que de equilibrio defensivo al equipo. Lo que no están sabiendo hacer Mario Suárez y Enzo Pérez, porque no son jugadores de ese perfil. ¿Veloso mejoraría lo que tiene el Valencia? Por supuesto. ¿Es lo que necesita el equipo? Pues seguramente no. Pero desde hace muchos meses llegan jugadores que no responden a una estrategia clara de configuración de plantilla. En cualquier caso, yo aún le doy un margen de confianza a García Pitarch y a su equipo de trabajo para que arreglen la empastrá del pasado verano. Sí, soy un buenazo y no tengo remedio.

La paciencia

Anoche hicimos el programa El Taller Deportivo de la 97.7 Radio con los amigos de la Peña Valencianista Facebook. En las peñas se vive de manera fiel el sentir del valencianismo. Y, como ya se apreció hace justo una semana en la junta general de accionistas, la paciencia del valencianista con la gestión de Peter Lim ya se ha agotado o está muy cerca de agotarse. El valencianista está al límite. Así lo pudo comprobar la presidenta Layhoon en Feria Valencia y así lo pudimos palpar anoche en el restaurante Hermanos Barberá con los amigos del Facebook. Muy pocos confían ya en Meriton en temas como la multa de la Unión Europea, el main sponsor de la camiseta, la finalización del nuevo estadio o los posibles fichajes del mercado de invierno. La desconfianza y, lo peor de todo, el pasotismo se han instalado en Mestalla. El partido del próximo día 20 ante el Granada cobra una dimensión estratosférica. Si al Valencia se le ocurre no ganar ante el colista, se puede liar una buena en la avenida de Suecia. Lo contrario sería un claro síntoma de que esto se muere. Y no podemos consentirlo.

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