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Esto publicaba el Marca, más conocido como el BORM, Boletín Oficial del Real Meseta, el pasado 1 de octubre de 2010: «Mourinho ha cerrado a cal y canto Valdebebas un par de días. Y no precisamente por vacaciones. Más bien por todo lo contrario. Es su particular medida en busca de tranquilidad para que el equipo se centre al máximo en el trabajo tras una semana movidita. Nada de que se puedan ver los primeros 15 minutos de cada entrenamiento y nada de ruedas de prensa tras la sesión. Serán 48 horas en las que el técnico portugués esconderá a sus jugadores para alejarles de la presión mediática. Mou baja el telón con el fin de blindar al equipo y evitar nuevas polémicas que distraigan al vestuario. Ni Pedro León ni el mal juego ni la ansiedad de Cristiano Ronaldo por su falta de gol. Sólo trabajo, trabajo y más trabajo. El preparador aleja al grupo de los medios de comunicación para que se concentren única y exclusivamente en el entrenamiento diario». Jueves 17 de noviembre de 2016, el Valencia ´cierra´ su Ciudad Deportiva en una decisión que está por ver si es definitiva, y esto dice el BORM: «Así se convirtió el Valencia en un búnker. El Valencia se encierra. El club ha dado el paso definitivo para aislarse de su entorno. En los últimos años el conjunto blanquinegro ha ido poco a poco alejándose de aficionados, simpatizantes y medios de comunicación. Cerrando entrenamientos, sellando juntas y hasta expulsando a los padres y agentes de la Ciudad Deportiva. El club se aísla al máximo justo en el momento en el que deportivamente se impone una sensación de deriva absoluta. La cerrazón no es nueva, desde el muro de Paco Roig, que Pedro Cortés se encargó de derribar, todos los que han pasado por la entidad han ido poniendo su granito de arena. Lo hizo Koeman, también Quique Flores (el primero que popularizó los entrenamientos a puerta cerrada), lo continuó Unai Emery, prolongado por Pellegrino y ha acabado dando el portazo definitivo un italiano recién llegado. Prandelli le dijo a las peñas que abriría los entrenamientos una vez a la semana, pero como el resto de entrenadores se olvidó de la promesa diez segundos después. La nueva medida, de expulsar a prensa y aficionados de las instalaciones del club viene auspiciada por dos personajes que poco tendrían que ver en esta situación». Yo creo que el asunto ha quedado bastante claro. Qué fácil ha sido, oye...

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